“El Rey de la Invasión”: Cae Extorsionador que Sometía a Cientos en Cancún
Conrado “N”, un presunto extorsionador que durante tres años mantuvo bajo su yugo a los habitantes de la Colonia Benito Juárez.
Cancún.- En un golpe a la impunidad en Cancún, la Fiscalía General del Estado de Quintana Roo capturó a Conrado “N”, un presunto extorsionador que durante tres años mantuvo bajo su yugo a los habitantes de la Colonia Benito Juárez, una zona de invasión en el municipio de Benito Juárez. Este caso no solo destapa una red de extorsión y narcomenudeo, sino que pone en la mira las dinámicas de control territorial en asentamientos irregulares, un problema estructural que las autoridades han enfrentado con tibieza.
El operativo, ejecutado por la Fiscalía Especializada en Combate a Delitos de Narcomenudeo, se llevó a cabo en la intersección de las avenidas Tules y Chac Mool. Allí, los agentes aseguraron a Conrado “N” junto con 30 bolsitas de hierba con características de marihuana, vinculándolo no solo a la extorsión, sino también a delitos contra la salud. Ahora, el detenido espera que el Ministerio Público defina su situación jurídica, un paso crucial para determinar si este arresto marcará un precedente o quedará en el olvido, como tantos otros en la región.
Un esquema de extorsión descarado
Según denuncias de las víctimas, Conrado “N” operaba con una mezcla de audacia y amenaza. Exigía pagos bajo conceptos tan variados como fraudulentos, 15 mil pesos por un lote, 2 mil por “supervisión y topografía”, 11 mil 500 por alumbrado público que nunca llegó, 4 mil por conexiones eléctricas inexistentes y, como si fuera poco, 2 mil pesos mensuales por “seguridad”. La alternativa al pago era clara, desalojo o violencia. Este esquema, que operaba en una colonia con más de mil 600 lotes, evidencia una red bien estructurada que aprovechaba la vulnerabilidad de los habitantes de asentamientos irregulares, muchos de los cuales carecen de títulos de propiedad y viven bajo la constante amenaza de despojo.
El contexto: invasiones y vacío de autoridad
La Colonia Benito Juárez, como muchas zonas de invasión en Cancún, es un reflejo de la desigualdad y el desorden urbano que han marcado el crecimiento explosivo de esta ciudad turística. La falta de acceso a vivienda asequible empuja a miles de familias a ocupar terrenos de manera irregular, creando un caldo de cultivo para personajes como Conrado “N”, quienes se erigen como caciques modernos. Con accesos bloqueados y un control casi feudal sobre los lotes, este sujeto no solo vendía y revendía terrenos, sino que imponía su propia ley en un espacio donde el Estado ha brillado por su ausencia.
Un arresto, pero ¿y después?
La detención de Conrado “N” es un paso positivo, pero insuficiente si no va acompañada de medidas estructurales. Las autoridades deben investigar si operaba solo o como parte de una red más amplia, un aspecto que la Fiscalía no ha aclarado. Además, urge regularizar los asentamientos para proteger a los habitantes de futuros extorsionadores y garantizar servicios básicos, evitando que el vacío de poder sea llenado por nuevos oportunistas.
Este caso pone en evidencia una verdad incómoda, en Cancún, el paraíso turístico convive con realidades de explotación y abandono. La pregunta ahora es si las autoridades aprovecharán este arresto para atacar las raíces del problema o si, como tantas veces, se conformarán con un titular pasajero.
Con información de: InZoom.mx