Escándalo en el Tren Maya: Gerente de Chetumal destituido por denuncias de acoso sexual y laboral
David L. F., exgerente de la estación del Tren Maya en Chetumal y mayor retirado del Ejército Mexicano, fue destituido a principios de junio de 2025 tras más de 20 denuncias de acoso sexual y laboral.
Chetumal.- En un nuevo golpe a la imagen del Tren Maya, uno de los proyectos emblemáticos del gobierno federal, David L. F., mayor retirado del Ejército Mexicano y gerente de la estación en Chetumal, fue destituido el pasado 1 de junio de 2025 tras múltiples denuncias de acoso sexual, hostigamiento laboral y abuso de autoridad. Las acusaciones, que han generado indignación entre trabajadores y organizaciones civiles, revelan un patrón de conducta que no solo compromete la seguridad del personal, sino que pone en entredicho los mecanismos de supervisión dentro de esta megaobra.
El caso no es nuevo para David L. F. Antes de su asignación en Chetumal, fue removido de la estación Tulum-Aeropuerto por señalamientos similares, incluyendo promesas de salarios inflados para reclutar mujeres vulnerables, a quienes luego presionaba para obtener favores sexuales bajo amenaza de despido. A pesar de que se inició un proceso de inhabilitación, este fue suspendido, permitiendo su reubicación en Chetumal, lo que ha levantado cuestionamientos sobre la opacidad y tolerancia institucional hacia estas conductas.
Trabajadores de la terminal en Chetumal, bajo anonimato por temor a represalias, describieron un ambiente laboral tóxico, marcado por actitudes misóginas, intimidaciones y la toma no consentida de fotos y videos como herramienta de control. Más de 20 quejas formales fueron enviadas a la Dirección General del Tren Maya, pero, según testimonios, la respuesta fue nula hasta que la presión pública forzó la destitución del exgerente.
Este escándalo no es un caso aislado. Organizaciones civiles y sindicatos han exigido una investigación exhaustiva y transparente, no solo para sancionar a David L. F., sino para garantizar condiciones laborales dignas en todas las estaciones del Tren Maya. La falta de acción oportuna por parte de las autoridades ha alimentado críticas sobre la gestión del proyecto, que ya enfrenta retos financieros y operativos.
El caso pone en el centro del debate la necesidad de protocolos efectivos contra el acoso en obras públicas de gran envergadura. Mientras los trabajadores esperan que se inicie un proceso penal contra el exfuncionario, la credibilidad del Tren Maya está en juego. La pregunta que resuena es clara: ¿será esta destitución un cambio real o solo un gesto para calmar las aguas?