Escándalo en Lázaro Cárdenas: Alcalde Nivardo Mena demandado por sus propios policías ante sospechas de malversación
Un grupo de policías municipales, encabezados por Abelardo Casimiro Pucc Canul, ha presentado una denuncia formal contra el Ayuntamiento de Lázaro Cárdenas.
Lázaro Cárdenas.— El alcalde de Lázaro Cárdenas, Nivardo Mena, se encuentra en el centro de un grave escándalo tras ser demandado por sus propios policías municipales, quienes lo acusan de no pagar las cuotas del seguro social (IMSS) y del Infonavit, esenciales para su seguridad y bienestar. Más allá de la omisión, los policías sospechan que Mena podría estar embolsándose los fondos destinados a estas prestaciones, lo que ha desatado una ola de indignación y críticas hacia su administración, calificada como autoritaria y opaca.
Un grupo de policías municipales, encabezados por Abelardo Casimiro Pucc Canul, ha presentado una denuncia formal contra el Ayuntamiento de Lázaro Cárdenas, liderado por Mena. Según el documento con folio 03/75/00704, la Dirección de Recursos Humanos no ha realizado los pagos correspondientes al IMSS ni al Infonavit desde el inicio de la gestión de Mena. Esta falta de cumplimiento ha dejado a los trabajadores encargados de la seguridad pública sin acceso a servicios básicos de salud y vivienda, una situación que no solo vulnera sus derechos laborales, sino que pone en evidencia una gestión negligente y sospechosa.
La Cuarta Sala Ordinaria Especializada en Materia de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente del Tribunal de Justicia Administrativa y Anticorrupción de Quintana Roo ha respondido imponiendo una multa al Ayuntamiento por estas irregularidades. Sin embargo, la gravedad del caso radica en las sospechas de los policías, quienes creen que el dinero destinado a sus prestaciones sociales podría estar siendo desviado por el propio Mena para beneficio personal, una acusación que, de comprobarse, configuraría un caso claro de corrupción.
La respuesta de la administración de Mena a los reclamos de los policías ha sido alarmante. En lugar de atender sus demandas, los agentes que alzaron la voz para exigir sus derechos fueron despedidos de manera arbitraria. Según testimonios, se les advirtió que en Lázaro Cárdenas "manda Nivardo Mena, y se hace lo que él quiere". Este comportamiento autoritario no solo refleja una falta de compromiso con los trabajadores, sino que refuerza la percepción de un gobierno que prioriza el control sobre la justicia y la transparencia.
No es la primera vez que Nivardo Mena enfrenta críticas por su gestión. Los habitantes de Lázaro Cárdenas, particularmente en la zona norte de Quintana Roo, conocen bien su historial de promesas incumplidas y declaraciones engañosas. A pesar de haber regresado a la presidencia municipal impulsado por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Mena no ha logrado disipar las dudas sobre su capacidad para liderar con honestidad. Su reciente informe, en el que afirmó que "todo está bien" en el municipio, contrasta radicalmente con la realidad expuesta por la denuncia de los policías y la multa impuesta por el tribunal.
Tras la sanción, Mena envió una solicitud al Congreso del Estado alegando que el Ayuntamiento carece de recursos para pagar las multas acumuladas. En el documento, pidió un apoyo económico extraordinario, una acción que muchos interpretan como un intento de encubrir su mala gestión y, potencialmente, el desvío de fondos. Esta solicitud ha generado aún más sospechas, ya que no se ha proporcionado claridad sobre el destino de los recursos que debían garantizar las prestaciones de los trabajadores.
El contexto en Lázaro Cárdenas no hace más que agravar la percepción de un gobierno fallido. La inseguridad en el municipio ha alcanzado niveles preocupantes, con casos como el asesinato de un joven de entre 15 y 21 años que han indignado a la población. Los críticos señalan que la falta de apoyo a los policías, combinada con el presunto desvío de recursos, contribuye directamente al deterioro de la seguridad pública. En lugar de priorizar el diálogo, la infraestructura o el bienestar de los ciudadanos, Mena parece enfocarse en consolidar su poder, que, como señalan los pobladores, es efímero y concluirá en un año y medio.


