Flores y sanciones: Cancún regula el comercio por el Día de la Madre con mano dura
“Detectar irregularidades conllevará actas y sanciones económicas”, advirtió Canto Cambranis, dejando poco margen para la informalidad
Cancún.- En vísperas del Día de la Madre, Cancún se prepara para una efervescencia comercial que combina tradición y control. El Ayuntamiento de Benito Juárez, a través de la Dirección de Comercio y Servicios en la Vía Pública, ha autorizado entre 50 y 60 permisos temporales para la venta de flores, peluches y obsequios, válidos del 10 al 11 de mayo. Sin embargo, detrás de esta medida se esconde un trasfondo de regulación estricta que refleja los desafíos de ordenar el comercio informal en una ciudad turística donde la vía pública es un escenario de tensiones económicas y sociales.
José Gamaliel Canto Cambranis, titular de la dependencia, explicó que los permisos se destinaron principalmente a comerciantes de zonas periféricas, donde la venta ambulante es una fuente clave de ingresos para familias de bajos recursos. Aunque la iniciativa busca apoyar a estos sectores, el mensaje es claro, sin autorización, no hay negocio. El Ayuntamiento ha intensificado su estrategia de control, con operativos de supervisión que verificarán la documentación de los vendedores. “Detectar irregularidades conllevará actas y sanciones económicas”, advirtió Canto Cambranis, dejando poco margen para la informalidad.
El contexto no es menor. En el primer trimestre de 2025, las autoridades emitieron unas 600 actas de retiro contra vendedores no autorizados o que violaron los lineamientos municipales, según datos oficiales. Este rigor se complementa con un programa de credencialización para identificar a los comerciantes legales y la incorporación de cajeros automáticos municipales que facilitan el pago de permisos. Estas medidas, aunque eficientes en teoría, plantean preguntas sobre su impacto en los vendedores más vulnerables, quienes a menudo operan al margen de la formalidad por falta de recursos o acceso a trámites.
El Día de la Madre, una de las fechas comerciales más importantes en México, no solo impulsa la economía local, sino que también pone a prueba la capacidad del gobierno para equilibrar el apoyo a los comerciantes con el mantenimiento del orden público. En una ciudad como Cancún, donde el turismo exige una imagen impecable, la presión por regular la vía pública choca con la realidad de miles de familias que dependen del comercio informal. La invitación a la ciudadanía para denunciar actividades irregulares, aunque busca fomentar la legalidad, podría exacerbar las tensiones entre vendedores y autoridades.
En conclusión, la autorización de permisos temporales es un intento de canalizar el fervor comercial del Día de la Madre, pero también un recordatorio de que en Cancún, la celebración viene con reglas estrictas. Mientras las familias compran flores y regalos, el Ayuntamiento vigila de cerca, con sanciones listas para quienes no cumplan. ¿Es este enfoque un paso hacia la formalización o una barrera para los más necesitados? La respuesta, como suele ocurrir, está en las calles.
Con información de: Quadratín