Hasta las chanclas dejaron: Albañiles corren despavoridos y se salvan de milagro tras ataque armado en una obra de la SM 75 de Cancún
Policía Municipal y Estatal encontraron al menos cuatro casquillos de pistola calibre .9 mm esparcidos en el pavimento, junto con un par de chanclas abandonadas.
Cancún.— Albañiles la libraron tras un violento ataque armado la noche de este jueves en una obra en construcción en la supermanzana 75, un hecho que desató un amplio despliegue de fuerzas de seguridad y dejó tras de sí casquillos, miedo y preguntas sin respuesta en una ciudad marcada por la violencia del crimen organizado.
El ataque ocurrió alrededor de las 7:20 p.m. en la intersección de las calles 27 y 42, tras una alerta al 911 que reportó disparos. Según las autoridades, sujetos armados dispararon contra trabajadores que laboraban en la edificación de una bodega. Al llegar al lugar, elementos de la Policía Municipal y Estatal encontraron al menos cuatro casquillos de pistola calibre .9 mm esparcidos en el pavimento, junto con un par de chanclas abandonadas, testigo mudo de la huida desesperada de uno de los obreros.
El área fue acordonada de inmediato con cinta amarilla para resguardar la escena. Peritos de la Fiscalía General del Estado (FGE) recolectaron los casquillos, que ahora forman parte de la investigación para determinar el móvil del ataque. En la obra no se hallaron heridos, pero los trabajadores, visiblemente afectados, abandonaron el sitio sin ofrecer declaraciones, según relataron vecinos. Los presuntos agresores, por su parte, huyeron entre las calles de la supermanzana y, hasta el momento, no hay reporte de detenciones.
El operativo policial contó con el respaldo de la Guardia Nacional, el Ejército Mexicano y la Secretaría de Marina, quienes aseguraron el perímetro mientras se realizaban las diligencias. Sin embargo, no hubieron capturas.
Cancún, la joya turística del Caribe mexicano, vive una dualidad: el esplendor de sus playas convive con la amenaza del crimen organizado, que mantiene su influencia sobre sectores como la construcción. Aunque la FGE no ha precisado el motivo del ataque, la dinámica apunta a posibles extorsiones o venganzas, prácticas recurrentes en la región, donde negocios y obras enfrentan el cobro de “derecho de piso”. Este incidente expone, una vez más, la vulnerabilidad de los albañiles, muchos de ellos migrantes que sostienen el auge inmobiliario de la ciudad, pero que trabajan bajo el riesgo constante de la violencia.
La investigación está en marcha, pero la impunidad que suele rodear estos casos mantiene en vilo a los habitantes de la supermanzana 75. Mientras tanto, los albañiles de esta obra pueden contar que sobrevivieron de milagro a un ataque que, por ahora, queda como un eco más de la inseguridad que sacude a Cancún.