Insatisfacción sexual, el común denominador de los problemas de pareja en Cancún, advierte experta
Para que la relación sobreviva y siga siendo satisfactoria a largo plazo, ambos miembros deben incorporar conscientemente estrategias que mantengan la chispa
Cancún.— Según la psicoterapeuta especializada en sexualidad Day Martínez, al menos nueve de cada diez parejas —tanto heterosexuales como de la comunidad LGBT— presentan problemas graves en su vida sexual, principalmente por falta de comunicación abierta, rutina y monotonía acumulada con los años.
En su experiencia clínica, el 90 % de las parejas que acuden a consulta llegan aparentemente por otros motivos: están al borde de la separación, hablan de problemas económicos, de convivencia o de desacuerdos cotidianos. Sin embargo, cuando se profundiza, siempre termina emergiendo la insatisfacción sexual como el núcleo del conflicto.
“Sin sexualidad no hay relación de pareja; lo que queda es una amistad o, peor aún, una convivencia de roommates que solo comparten casa y cuentas”, advierte Martínez.
La especialista explica que la fase química del enamoramiento —esa pasión intensa e irresistible— tiene una duración biológica promedio de 18 meses. Una vez que pasa, la relación entra en el “amor maduro”, momento en el que se revelan los defectos reales del otro y la atracción ya no fluye de forma automática.
Para que la relación sobreviva y siga siendo satisfactoria a largo plazo, ambos miembros deben incorporar conscientemente estrategias que mantengan la chispa: juego erótico, coqueteo cotidiano, sorpresas, actividades compartidas que generen diversión y conexión emocional. En terapia sexual existen herramientas específicas diseñadas precisamente para evitar la monotonía y reactivar el deseo.
Martínez insiste en que la sexualidad no se reduce al coito: incluye el contacto físico en todas sus formas —tomarse de las manos, abrazarse, acariciarse, “apapacharse”—, y una relación puede ser plenamente íntima y saludable incluso sin penetración, siempre que exista deseo, cercanía y comunicación honesta.
La falta de educación sexual, añade, afecta directamente la salud emocional de las personas, estén solteras o en pareja. Al no saber expresar sus necesidades y deseos, se acumula frustración que deriva en resentimiento, bajo estado de ánimo, irritabilidad y distanciamiento no solo con la pareja, sino con todo el entorno. En muchos casos, esto abre la puerta a la infidelidad o al alejamiento definitivo.
Por el contrario, una sexualidad plena libera endorfinas, aumenta la energía vital y genera una sensación de plenitud que se refleja en todas las áreas de la vida.
“Las parejas que logran mantener viva la emoción a lo largo de los años no lo hacen por suerte, sino porque deciden invertir esfuerzo, comunicación y creatividad en su intimidad”, concluye la terapeuta.


