La fallida estrategia de seguridad de Estefanía Mercado: Playa del Carmen es el municipio más inseguro de Quintana Roo, de acuerdo al Semáforo Delictivo
Basado en datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) y elaborado por México ¿Cómo Vamos?, muestra que Playa del Carmen supera a otros municipios.
Playa del Carmen.— A pesar de los boletines del Ayuntamiento de Playa del Carmen que aseguran que las estrategias de seguridad de la presidenta municipal Estefanía Mercado están dando resultados, el Semáforo Delictivo revela una realidad contundente: Playa del Carmen es el municipio más inseguro de Quintana Roo. En los primeros cuatro meses de 2025, Solidaridad acumuló 21 “luces rojas” en el sistema de monitoreo, dejando en evidencia la ineficacia de las políticas locales frente a una creciente ola de delincuencia.
Estadísticas que contradicen el discurso oficial
El Semáforo Delictivo, basado en datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) y elaborado por México ¿Cómo Vamos?, muestra que Playa del Carmen supera a otros municipios como Cozumel (15 rojos), Tulum (14 rojos) y Felipe Carrillo Puerto (13 rojos) en inseguridad. Los 21 indicadores en rojo incluyen delitos graves como homicidio, secuestro, extorsión, narcomenudeo, robo a casa, robo a negocio, lesiones, violación, violencia familiar y feminicidio, desmintiendo categóricamente las afirmaciones del gobierno municipal sobre supuestos avances en seguridad.
Aumento de delitos: una realidad innegable
Las estadísticas del SESNSP exponen un incremento alarmante en varios delitos. Las lesiones aumentaron un 16%, pasando de 195 casos en el mismo periodo de 2024 a 227 en 2025. El robo de vehículos creció un 11%, con 203 casos frente a los 195 del año anterior, incluyendo asaltos violentos en gasolineras y robos por arrendamiento fraudulento. Las violaciones subieron un 6%, con 56 casos concentrados en la cabecera municipal, y los feminicidios, ausentes en el primer cuatrimestre de 2024, registraron dos casos este año, un dato preocupante en un municipio bajo Alerta de Género desde 2017. Estas cifras desmontan la narrativa del Ayuntamiento de que la seguridad está bajo control.
Violencia de género: un fracaso evidente
El aumento de feminicidios y violaciones refleja el fracaso de las autoridades para abordar la violencia de género. A pesar de las 24 recomendaciones de la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM), las acciones del Instituto de la Mujer de Playa del Carmen, dirigido por Bárbara Delgado, no han logrado frenar esta problemática. El discurso oficial de una “estrategia integral” choca con la realidad de mujeres que siguen siendo víctimas de la violencia machista en Solidaridad.
Crimen organizado y desconfianza ciudadana
Aunque el Ayuntamiento presume un aumento del 46% en detenciones en abril (mil 465 personas aseguradas), junto con decomisos de armas, drogas y recuperación de vehículos robados, la percepción ciudadana es de abandono. Empresarios y comerciantes denuncian que el crimen organizado controla varias zonas, exigiendo “cuotas” y atacando a quienes se resisten con amenazas, incendios y violencia armada. Esto ha provocado el cierre de negocios y un clima de miedo que, junto con la desconfianza en las autoridades, reduce las denuncias formales. Lejos de los boletines optimistas, la ciudadanía ve un municipio donde la delincuencia opera con impunidad.
Una gestión desmentida por los hechos
La administración de Estefanía Mercado queda expuesta por el Semáforo Delictivo: Playa del Carmen no solo no ha mejorado su seguridad, sino que se ha convertido en el epicentro de la inseguridad en Quintana Roo. La diversificación de los delitos y su impacto en espacios públicos y privados demandan una estrategia efectiva, no comunicados que intentan maquillar la realidad. Mientras el gobierno municipal celebra supuestos logros, los 21 semáforos rojos y el temor de la población confirman que las políticas de seguridad han fracasado, dejando a Playa del Carmen en una crisis que amenaza su estabilidad social y económica como destino turístico.