La incongruencia de Estefanía Mercado: Se dice interesada en el bienestar animal, pero permite desarrollos que causan daño a los venados y fauna silvestre
El 10 de mayo, prometió “acciones contundentes” para proteger la fauna local, pero al mismo tiempo, no ha detenido la maquinaria inmobiliaria que devora la selva.
Por: Esmaragdo Camaz
Playa del Carmen.— Estefanía Mercado, presidenta municipal de Playa del Carmen, no para de alardear sobre su compromiso con el bienestar animal. Sus boletines de prensa destacan la rehabilitación del Centro de Control Animal, Asistencia y Zoonosis (CENCAAZ) y la próxima apertura de una clínica veterinaria pública. Pero en las calles de Playacar, un venado atropellado el pasado 20 de mayo cuenta otra historia: la de una alcaldesa que, mientras presume empatía por las mascotas, permite desarrollos inmobiliarios que arrasan con la selva y dejan a la fauna silvestre sin hogar.
El incidente no es aislado. El 15 de mayo, la Secretaría de Medio Ambiente municipal clausuró un predio en Playacar por desmontar más de 3,000 metros cuadrados de selva, excediendo los permisos otorgados, según un comunicado oficial del Ayuntamiento de Playa del Carmen. Este acto de deforestación, uno de tantos en la zona, desplazó a venados y otras especies que, desorientadas, terminan en carreteras o zonas urbanas. El venado atropellado, rescatado y ahora bajo el cuidado de la Profepa, es solo la punta del iceberg de un problema que Estefanía Mercado parece ignorar en su afán por priorizar el crecimiento inmobiliario.
Organizaciones como el Colectivo Ciudadano Salvemos Nuestra Selva han denunciado en redes sociales que los desarrollos en Playacar y otras áreas de Playa del Carmen carecen de estudios de impacto ambiental rigurosos. Un informe de la Procuraduría Ambiental de Quintana Roo (PPA) de 2024 señala que el municipio de Playa del Carmen perdió más de 1,500 hectáreas de selva entre 2020 y 2023 debido a proyectos inmobiliarios, muchos aprobados bajo el argumento de “desarrollo sostenible”. ¿Dónde está la sostenibilidad cuando los venados, especie protegida bajo la NOM-059-SEMARNAT-2010, terminan bajo las llantas de un auto por no tener dónde ir?
La organización Movimiento Ciudadano Ecológico "Yax Cuxtal" y otros colectivos ambientales exigieron al Gobierno Municipal de Playa del Carmen, la implementación urgente de criterios ecológicos integrales en proyectos urbanos. En un oficio entregado el 20 de mayo de 2025 a la presidenta municipal y al Cabildo, las ONG señalaron que las construcciones irregulares no solo dañan el medio ambiente, sino que afectan la salud pública, aceleran el calentamiento global y perjudican la economía local. Advirtieron que la autorización de desarrollos sin considerar el equilibrio ambiental, la justicia social y climática, avalados por colegios de ingenieros, arquitectos, consultores ambientales y dependencias de desarrollo urbano, carece de criterios de conservación ecológica.
Estefanía Mercado no es ajena a estas críticas. En un evento reciente, el 10 de mayo, prometió “acciones contundentes” para proteger la fauna local, pero al mismo tiempo, no ha detenido la maquinaria inmobiliaria que devora la selva. La autorización de fraccionamientos en zonas de alto valor ecológico, como Playacar, contrasta con el discurso de una alcaldesa que se jacta de su “amor por los animales”. ¿Es esto doble discurso o simple incapacidad para equilibrar el desarrollo con la conservación?
La respuesta de la administración ha sido tibia. Tras el incidente del venado, se anunció un refuerzo en los rondines de vigilancia en Playacar y una revisión de los permisos de construcción, pero estas medidas suenan más a control de daños que a una estrategia integral.
Mientras tanto, la ciudadanía exige transparencia: ¿quiénes son los beneficiarios de estos desarrollos? ¿Por qué los permisos se otorgan con tanta ligereza? Y, sobre todo, ¿cómo puede Estefanía Mercado hablar de bienestar animal cuando al mismo tiempo permite la destrucción del hábitat de especies vulnerables?
Playa del Carmen, un destino que presume su riqueza natural, no puede seguir sacrificando su selva en el altar del lucro inmobiliario. Si Estefanía Mercado quiere ser creíble en su discurso de protección animal, debe empezar por frenar la tala desmedida y garantizar que el crecimiento urbano no se haga a costa de los venados y la biodiversidad que aún sobrevive en Playa del Carmen. De lo contrario, sus palabras seguirán siendo solo eso: palabras.