Maestros de Quintana Roo: Entre el regreso a clases y la amenaza de una nueva huelga
Los maestros planean nuevas manifestaciones el 1 y 15 de mayo, esta última como preludio de una posible huelga nacional
Chetumal.- Tras 40 días de paro laboral, bloqueos a las oficinas de la Secretaría de Educación de Quintana Roo (SEQ) y dos semanas de vacaciones, los maestros del autodenominado Comité Central de Lucha anunciaron el regreso a las aulas el próximo lunes 28 de abril. Sin embargo, la tregua podría ser temporal: los docentes amenazan con una nueva huelga nacional a partir del 15 de mayo si no se deroga la Ley del ISSSTE de 2007, una promesa incumplida tanto del expresidente Andrés Manuel López Obrador como de la actual presidenta, Claudia Sheinbaum.
Un regreso estratégico, no una rendición
Xavier Jayir Eslava Méndez, vocero del Comité, fue claro al entregar las instalaciones de la SEQ: el regreso a clases no implica abandonar la lucha. “Es una táctica organizada para fortalecer nuestro movimiento”, afirmó. Según Eslava, la decisión se tomó tras una “valoración colectiva” con las bases magisteriales, que buscan mantener la presión sobre las autoridades federales. El objetivo central sigue siendo la abrogación de la Ley del ISSSTE de 2007, que reformó el sistema de pensiones y ha sido un punto de fricción para el magisterio por casi dos décadas.
El anuncio no estuvo exento de advertencias. Los maestros planean nuevas manifestaciones el 1 y 15 de mayo, esta última como preludio de una posible huelga nacional. “Todo dependerá de las negociaciones con el gobierno federal. Si no hay un acuerdo que garantice la abrogación, la huelga será oficial”, sentenció Eslava. Este ultimátum refleja la frustración de un sector que siente que las promesas de campaña no se han traducido en acciones concretas.
Un ciclo escolar en la cuerda floja
El paro de 40 días afectó a miles de estudiantes en Quintana Roo, donde aproximadamente el 20% de las escuelas implementaron estrategias alternativas para mitigar el rezago, según datos de la SEQ. A pesar de haber cobrado sin trabajar durante dos meses, Eslava aseguró que los docentes tienen planes para recuperar el tiempo perdido. “Cada maestro cuenta con estrategias para garantizar que los aprendizajes se recuperen y el ciclo escolar no se pierda”, afirmó, aunque no detalló en qué consisten estas medidas.
Por su parte, Lorenzo Olivera González, subsecretario de Educación Básica de la SEQ, respaldó esta postura y descartó la pérdida del ciclo escolar. “Muchos maestros han trabajado con alumnos y padres de familia, por lo que el ciclo no está en riesgo”, aseguró. Además, la SEQ ya prepara un programa de regularización para los cerca de 400,000 estudiantes del estado, en previsión de un posible paro el 15 de mayo. Sin embargo, la falta de transparencia sobre estas estrategias genera dudas sobre su efectividad y alcance.
Contexto: Una lucha de largo aliento
La Ley del ISSSTE de 2007, que modificó el régimen de pensiones de los trabajadores del Estado, incluyendo a los maestros, ha sido un punto de conflicto desde su aprobación. La reforma trasladó el sistema de pensiones a cuentas individuales administradas por Afores, lo que muchos docentes consideran una amenaza a su seguridad económica en el retiro. Durante su campaña en 2018, López Obrador prometió revisar esta ley, una promesa reiterada por Sheinbaum en 2024. Sin embargo, a abril de 2025, no se han presentado iniciativas legislativas concretas para su abrogación, lo que ha avivado el descontento magisterial.
En Quintana Roo, el movimiento ha sido particularmente visible. Durante tres semanas, los maestros bloquearon las oficinas de la SEQ, afectando trámites administrativos y generando tensiones con las autoridades locales. Este paro se suma a una serie de movilizaciones nacionales que han marcado al sector educativo en los últimos años, reflejando una desconfianza estructural hacia las políticas educativas y laborales del gobierno.
Un análisis crítico: ¿Avance o espejismo?
El regreso a clases puede interpretarse como un gesto de buena voluntad del magisterio, pero también como una maniobra para ganar tiempo y reorganizar sus esfuerzos. La amenaza de una huelga nacional el 15 de mayo sugiere que la paciencia de los docentes está al límite. Sin embargo, la falta de avances tangibles en las negociaciones con el gobierno federal plantea preguntas sobre la viabilidad de sus demandas. Derogar una ley de la magnitud del ISSSTE requiere un consenso político que, hasta ahora, no parece estar en el horizonte.
Además, la narrativa de “estrategias” para recuperar el ciclo escolar suena optimista, pero carece de sustento concreto. Los paros prolongados, aunque legítimos en su origen, afectan directamente a los estudiantes, especialmente en comunidades vulnerables donde el acceso a la educación ya es limitado. La SEQ y los maestros comparten la responsabilidad de garantizar que estas medidas sean efectivas y no solo un paliativo discursivo.
¿Qué sigue?
El 28 de abril marcará el retorno a las aulas en Quintana Roo, pero la sombra de una nueva huelga planea sobre el sistema educativo. Las próximas semanas serán cruciales para determinar si las negociaciones con el gobierno federal logran avances o si el magisterio cumple su amenaza de parar nuevamente. Mientras tanto, los estudiantes y sus familias enfrentan la incertidumbre de un ciclo escolar que, aunque no está perdido según las autoridades, sigue en terreno frágil.
En un contexto de promesas incumplidas y tensiones crecientes, la lucha magisterial en Quintana Roo es un recordatorio de que los cambios estructurales requieren más que discursos. La abrogación de la Ley del ISSSTE no solo es una demanda laboral, sino un reflejo de las profundas desigualdades que persisten en el sistema educativo mexicano.