Nos queda menos del 20% de coral vivo en el Caribe Mexicano; contaminación terrestre la causa principal
Si no se atienden las causas terrestres de la contaminación, el 20 % de coral vivo que aún resiste en el Caribe mexicano seguirá disminuyendo.
Cancún.— Apenas el 20 por ciento del coral del Caribe Mexicano está vivo, reveló José Arturo González González, director del Parque Nacional Costa Occidental de Isla Mujeres, Punta Cancún y Punta Nizuc: “La cobertura en todo el Caribe es un poquito menos del 20 % (…) eso eso lo estamos evaluando”, advirtió el funcionario, al confirmar que más del 80 % del coral vivo ya se ha perdido en toda la región.
Al revelar los datos más recientes sobre la salud de los arrecifes, González González subrayó que el dramático descenso de coral vivo es una realidad que afecta a todo el litoral caribeño mexicano. Explicó que gran parte de este colapso no se origina en el mar, sino en tierra: “Mucho de lo que pasa en nuestros arrecifes, en nuestros mares, no se propicia ahí, sino viene de la cuenca arriba, quiere decir que se está generando en la parte terrestre y cuando hay lluvias, correntías y ya saben que nuestro sistema es cárstico, pues mucho de lo que se hace en tierra termina en el agua”.
El director fue tajante al señalar que “son externalidades que no están totalmente vinculadas al turismo, pero que están asociadas con pues problemáticas que a lo mejor no se han atendido desde el continente, como es la calidad del agua”.
En algunas zonas del parque ya se observa el impacto directo de esos nutrientes continentales: “Hay zonas en las que sí tenemos, por ejemplo, mayor presencia de nutrientes porque lo vemos por la cantidad de algas”, detalló González González. Además, el síndrome blanco sigue siendo una amenaza constante: “Sí, sí. Ahí lo que vimos es que sí nos ha afectado el síndrome blanco (…) Este año tuvimos un tema de presencia de enfermedad en acróporas”.
A pesar de la crítica situación regional, el director destacó que los arrecifes del parque nacional son de los más resilientes del país: “Estamos dentro de los parques nacionales y zonas más resilientes. Nuestros arrecifes nunca han sido tan grandes o tan extensos como, por ejemplo, otras áreas naturales protegidas. Nuestros arrecifes han sido parches o pequeñas cordilleras, sin embargo, se han mantenido con el tiempo, que eso es muy importante”, afirmó.
Para combatir la pérdida, desde 2009 operan “el vivero más grande del Caribe aquí en Cancún” con cerca de 7,000 fragmentos de coral y un programa de restauración que, según González González, ya muestra resultados: “Sí pegan y sí crecen, por supuesto, están sanos, están sanos. Han ayudado (…) tienes entre un 70-80 % de sobrevivencia”. Los corales trasplantados se colocan también en hábitats artificiales que han logrado desviar “al menos un 50 %” de la presión turística de los arrecifes naturales.
Sin embargo, el director fue claro respecto al ritmo de recuperación: “Los corales, este, los arrecifes para crecer tardan muchísimos años. Al año crecen unos cuantos milímetros (…) no es inmediato”. Solo cuando “observamos que en el arrecife ya tenemos reclutitas, pequeños corales que llegaron solos, es cuando vemos y decimos: ‘Ah, mira, sí está funcionando todo lo que estamos haciendo’”, concluyó José Arturo González González.
Con la temporada alta a punto de iniciar, el parque reforzará la vigilancia, pero el mensaje del director es contundente: si no se atienden las causas terrestres de la contaminación, el 20 % de coral vivo que aún resiste en el Caribe mexicano seguirá disminuyendo.


