Ola de secuestros sacude Chetumal: tercer caso en una semana enciende alarmas
La llamada al 911 activó de inmediato el protocolo de "código rojo", que movilizó a la Guardia Nacional y corporaciones policiacas locales
Chetumal.- La capital de Quintana Roo vive días de zozobra. Esta tarde-noche, un hombre fue privado de su libertad en la Colonia Nuevo Progreso, en lo que marca el tercer caso de secuestro reportado en menos de una semana en Chetumal. La escalada de violencia, que las autoridades vinculan a posibles disputas entre grupos criminales, ha desatado operativos policiales y un clima de incertidumbre entre los habitantes.
El incidente ocurrió en la intersección de la calle Pavo Real y la Avenida Maxuxac, cuando, según reportes preliminares, un hombre que caminaba por la zona fue interceptado por sujetos armados que descendieron de un vehículo oscuro. Los agresores lo subieron por la fuerza y huyeron con rumbo a la sabana al final de la avenida, un área conocida por su difícil acceso y vegetación densa. La llamada al 911 activó de inmediato el protocolo de "código rojo", que movilizó a la Guardia Nacional y corporaciones policiacas locales en un operativo que, hasta el cierre de esta nota, no ha logrado localizar a los responsables ni al vehículo sospechoso.
Un patrón alarmante
Este nuevo caso se suma a otros dos incidentes recientes que han encendido las alertas en la ciudad. El viernes pasado, un hombre identificado únicamente como "Carlos" fue secuestrado en la Colonia del Bosque, sin que hasta ahora se haya esclarecido su paradero o las circunstancias del hecho. Apenas ayer, un segundo caso conmocionó a la opinión pública: un hombre originario de Xpujil, Campeche, logró escapar de sus captores tras ser dado por muerto. El sobreviviente, quien presentó múltiples lesiones, recibe atención médica en el Hospital General de Chetumal, aunque las autoridades no han revelado detalles sobre su identidad ni los motivos detrás de su secuestro.
La recurrencia de estos eventos en un lapso tan corto apunta a una posible lucha de poder entre grupos delictivos que operan en la región. Chetumal, una ciudad históricamente tranquila en comparación con otros destinos turísticos de Quintana Roo como Cancún o Playa del Carmen, parece estar enfrentando una nueva ola de violencia.
Contexto: la sombra del crimen organizado
Aunque las autoridades no han confirmado oficialmente la participación de algún grupo específico en estos secuestros, fuentes policiales extraoficiales sugieren que los casos podrían estar relacionados con ajustes de cuentas o represalias entre facciones rivales. La sabana de Chetumal, donde huyeron los responsables del secuestro de esta noche, es un área que ha sido señalada en el pasado como ruta de escape o escondite para actividades delictivas debido a su difícil acceso.
La activación del "código rojo" refleja la gravedad con la que las autoridades están manejando la situación, pero la falta de resultados inmediatos en los operativos ha generado críticas entre la ciudadanía. En redes sociales, habitantes de Chetumal expresan su preocupación por la aparente impunidad con la que operan los responsables y la falta de información clara sobre las víctimas y los avances en las investigaciones.
¿Qué sigue para Chetumal?
La serie de secuestros plantea preguntas urgentes sobre la estrategia de seguridad en la capital quintanarroense. La Guardia Nacional, que asumió un rol protagónico en tareas de seguridad pública tras la militarización de estas funciones en el país, enfrenta el reto de contener esta escalada de violencia en una ciudad que no está acostumbrada a este tipo de incidentes. Mientras tanto, la falta de datos concretos sobre las víctimas —como su identidad o posibles vínculos con actividades ilícitas— alimenta la especulación y el temor entre la población.
Organizaciones civiles y expertos en seguridad han señalado la necesidad de una estrategia integral que combine inteligencia policial, prevención del delito y programas sociales para atacar las raíces de la violencia. Sin embargo, en el corto plazo, la prioridad es clara: esclarecer estos casos, localizar a las víctimas y garantizar que los responsables enfrenten la justicia.
Por ahora, el "código rojo" permanece activo en Chetumal, y la ciudad espera respuestas. La tranquilidad de sus habitantes, alguna vez un sello distintivo de la capital, está en juego.