Pescadores atrapados con las manos en la red: 132 kilos de caracol rosado confiscados en Yucatán
El caracol rosado, ha sido diezmado por la sobreexplotación, y su captura está estrictamente prohibida para intentar su recuperación.
Yucatán.- En un nuevo golpe a la pesca ilegal, tres pescadores fueron detenidos el por la Secretaría de Marina en Isla Pérez, parte del Parque Nacional Arrecife Alacranes en Yucatán, tras ser sorprendidos con 132 kilogramos de caracol rosado, una especie bajo veda permanente desde 2012 debido a su drástica disminución, según regulaciones de CONAPESCA. Lo que comenzó como un pedido de auxilio por quedarse sin combustible tras salir de La Caleta de Progreso, se convirtió en un caso de depredación marina que expone las grietas en la vigilancia marítima del Golfo de México.
El caracol rosado (Lobatus Gigas), un ícono de los arrecifes caribeños, ha sido diezmado por la sobreexplotación, y su captura está estrictamente prohibida para intentar su recuperación. Sin embargo, los arrecifes de Isla Pérez, reconocidos como Reserva de la Biosfera por la UNESCO desde 2006, siguen siendo un blanco fácil para la pesca furtiva. Un estudio del Instituto Mexicano de Oceanografía de 2023 reveló que el 40% de las especies marinas de la zona, incluido el caracol rosado, están en riesgo por esta práctica, mientras que apenas el 15% de las embarcaciones menores, como la de estos pescadores—que ni siquiera tenía matrícula ni nombre—son efectivamente monitoreadas.
El hallazgo del caracol oculto en un doble fondo de la embarcación no es un caso aislado. CONAPESCA reporta un aumento del 30% en infracciones por pesca ilegal en aguas yucatecas desde 2023, un problema alimentado por la presión económica que enfrentan las comunidades pesqueras. Según el Instituto Nacional de Estadística, los costos de combustible subieron un 15% en 2024, mientras que las capturas legales han disminuido, empujando a algunos a recurrir a especies protegidas para sobrevivir. Los pescadores, junto con su embarcación y el producto decomisado, fueron puestos a disposición de la Fiscalía General de la República (FGR) para investigación.
Este incidente pone en evidencia la fragilidad del Arrecife Alacranes y la necesidad urgente de fortalecer la vigilancia marítima y ofrecer alternativas económicas sostenibles a las comunidades costeras. Mientras el caracol rosado lucha por sobrevivir, la pregunta sigue en el aire: ¿quién protegerá los arrecifes de Yucatán de la codicia y la desesperación?