Prestamista colombiano baleado en brutal asalto en Cancún
El ataque, ocurrido en la calle Tulipán esquina con Vía 3, pone en evidencia la creciente ola de inseguridad que afecta incluso a zonas residenciales de esta ciudad.
Cancún.- Un violento asalto sacudió Cancún la mañana del 2 de junio, cuando un prestamista colombiano fue baleado en el fraccionamiento Prado Norte, región 260, mientras realizaba labores de cobranza. El ataque, ocurrido en la calle Tulipán esquina con Vía 3, en una zona popular de la ciudad, expone la alarmante inseguridad que amenaza el corazón turístico de México, un destino que genera millones de dólares anuales, pero que no logra contener la escalada de violencia ligada al crimen organizado.
De acuerdo con reportes verificados por autoridades locales y el servicio de emergencias 911, dos sujetos armados interceptaron al prestamista mientras atendía a una clienta. Al resistirse al robo, los agresores dispararon múltiples veces, dejándolo gravemente herido. Paramédicos de la Cruz Roja lo trasladaron de urgencia a un hospital, donde su estado permanece delicado. La identidad de la víctima no ha sido revelada, lo que limita conocer posibles móviles específicos, aunque la actividad de los prestamistas “gota a gota” ha sido vinculada previamente a redes criminales en Quintana Roo.
Los atacantes huyeron en una motocicleta, abandonada luego en la privada Machiche, cerca de las calles Roble y Vía 3, en el mismo fraccionamiento. Este hallazgo sugiere que los responsables podrían operar desde puntos cercanos, conocedores del terreno. A pesar de un operativo policial en la zona, no hay detenciones reportadas, alimentando la percepción de impunidad que inquieta a los cancunenses. Según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), Quintana Roo vio un aumento del 12% en delitos violentos en 2024, con Cancún como foco de homicidios y robos con violencia.
Este incidente no es un caso aislado. Los préstamos informales, frecuentemente controlados por grupos delictivos, prosperan en comunidades con acceso limitado a servicios financieros formales, generando tensiones y violencia. El uso de motocicletas como medio de escape es un patrón recurrente en asaltos locales, subrayando la urgencia de estrategias policiales más efectivas.
Este ataque no solo pone en jaque la vida de una persona, sino también la imagen de Cancún como destino seguro. Mientras las autoridades prometen reforzar la seguridad, los hechos en las calles cuentan otra historia. ¿Será este crimen un llamado de atención para atacar las raíces de la inseguridad, o solo una cifra más en una ciudad que lucha por preservar su brillo turístico?