Protestas en Lázaro Cárdenas: ¿El fin del camino para Omar Cordero Rodríguez el exsubgerente de CAPA?
Los trabajadores, respaldados por el líder sindical Romualdo Sulub, exigen la salida definitiva de Cordero Rodríguez, quien fue suspendido hace un mes en Kantunilkín por motivos aún no esclarecidos
Lázaro Cárdenas.- En un rincón de Lázaro Cárdenas, Quintana Roo, un grupo de trabajadores de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA) alzó la voz este 2 de mayo de 2025 contra lo que consideran un regreso injustificado del exsubgerente Omar Cordero Rodríguez. La protesta, que reunió a decenas de empleados frente a las oficinas locales, destapó una olla de irregularidades que van más allá de un simple nombramiento: maltrato laboral, hostigamiento y acoso, según denuncian los manifestantes.
Los trabajadores, respaldados por el líder sindical Romualdo Sulub, exigen la salida definitiva de Cordero Rodríguez, quien fue suspendido hace un mes en Kantunilkín por motivos aún no esclarecidos por la Secretaría de la Función Pública estatal. Sin embargo, su repentino retorno ha encendido las alarmas. "¿Cómo es posible que alguien con tantas acusaciones regrese como si nada?", cuestiona Sulub, reflejando el sentir de un equipo que asegura haber soportado un ambiente laboral tóxico bajo su gestión.
El trasfondo de esta historia no es nuevo. CAPA, una dependencia encargada de proveer agua potable a miles de quintanarroenses, ha enfrentado críticas recurrentes por su ineficiencia y falta de transparencia. En 2023, un informe de la Auditoría Superior del Estado señaló irregularidades en la gestión de recursos de la dependencia, incluyendo contratos dudosos y una alarmante falta de mantenimiento en infraestructura hídrica. En este contexto, la reincorporación de Cordero Rodríguez no solo parece un despropósito administrativo, sino un desafío directo a la paciencia de los trabajadores y usuarios.
La gota que derramó el vaso, según los empleados, es la aparente protección que Cordo Rodríguez ha recibido de las autoridades. "No hay voluntad para investigar, y eso nos afecta a todos", sentencia Sulub. Mientras tanto, los habitantes de Lázaro Cárdenas, una zona donde el acceso al agua potable sigue siendo un lujo para muchos, observan con escepticismo. En 2024, datos del INEGI revelaron que solo el 65% de los hogares en esta región tienen acceso regular al agua, un porcentaje que CAPA no ha logrado mejorar en años.
El regreso de Omar Cordero Rodríguez no solo pone en tela de juicio la gestión de CAPA, sino también la capacidad para garantizar un servicio básico sin caer en los mismos vicios de siempre: opacidad, favoritismo y desdén por quienes mantienen el sistema a flote. Si las demandas de los trabajadores no son atendidas, este conflicto podría ser el preludio de un problema mucho mayor. La pregunta ahora es clara: ¿hasta cuándo seguirán ignorando las grietas de un sistema que, como el agua que debería proveer, se les escapa de las manos?