Quintana Roo en Alerta: Hasta 17 Ciclones Amenazan la Temporada 2025
Guillermo Núñez Leal, ha alertado sobre la posible formación de entre 13 y 17 fenómenos hidrometeorológicos, de los cuales entre 3 y 4 podrían alcanzar categorías 3, 4 o 5
Chetumal.- La Temporada de Ciclones Tropicales 2025, que abarca del 1 de junio al 30 de noviembre, se perfila como un periodo de alta actividad en el Atlántico y el Caribe, según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA). La Coordinación Estatal de Protección Civil de Quintana Roo (COEPROC), liderada por Guillermo Núñez Leal, ha alertado sobre la posible formación de entre 13 y 17 fenómenos hidrometeorológicos, de los cuales entre 3 y 4 podrían alcanzar categorías 3, 4 o 5 en la escala Saffir-Simpson, representando un riesgo significativo para la región.
El pronóstico detalla que, de los sistemas esperados, entre 7 y 9 podrían clasificarse como tormentas tropicales, mientras que de 3 a 4 alcanzarían la categoría de huracanes de nivel 1 o 2. Los nombres asignados para estos fenómenos incluyen Andrea, Barry, Chantal, hasta Wendy, según el listado oficial. Este escenario refuerza la necesidad de una preparación robusta en un estado como Quintana Roo, donde el turismo y la infraestructura costera son altamente vulnerables a los embates de huracanes.
Contexto y preparación: lecciones de 2024
La temporada de 2024 dejó lecciones valiosas. Con 841 refugios temporales habilitados, las autoridades de los tres niveles de gobierno ya trabajan en la inspección de estos espacios para garantizar su operatividad en 2025. Sin embargo, la efectividad de estas medidas dependerá de la coordinación y de la respuesta ciudadana. Quintana Roo ha enfrentado huracanes devastadores en el pasado, como Wilma en 2005, que dejó pérdidas millonarias, y Delta en 2020, que puso a prueba la resiliencia de la región. Estos antecedentes subrayan la importancia de no subestimar las advertencias.
Un llamado a la acción crítica
La COEPROC ha instado a la población a mantenerse informada a través de canales oficiales, preparar planes de emergencia y evitar rumores. Sin embargo, más allá de seguir recomendaciones, es crucial que las autoridades refuercen la educación preventiva y la infraestructura de mitigación. La dependencia de refugios temporales, aunque necesaria, no sustituye la necesidad de políticas de largo plazo para adaptar las zonas costeras al cambio climático, que intensifica la frecuencia e intensidad de estos fenómenos.
¿Qué sigue?
Con el inicio de la temporada a solo semanas de distancia, la población debe priorizar la preparación, desde asegurar viviendas hasta conocer las rutas de evacuación. Las actualizaciones de la COEPROC y CONAGUA serán clave para tomar decisiones informadas. En un estado donde el turismo es el motor económico, la protección de vidas y la sostenibilidad de la industria dependerán de una respuesta colectiva y proactiva frente a la amenaza de los ciclones.
Manténgase atento a las fuentes oficiales y no baje la guardia: la naturaleza no avisa con certeza, pero la preparación sí marca la diferencia.