"Se acabó la playa de Tulum, la gente teme a los militares", dicen lancheros; "nos estamos muriendo de hambre"
Pacheco Aguilar denunció que desde la implementación del Parque del Jaguar, la ocupación en las 18 embarcaciones de su cooperativa ha caído drásticamente.
Tulum.— La playa de Tulum, antes un emblema del turismo mexicano, está en crisis. José Lenin Pacheco Aguilar, secretario de vigilancia de la cooperativa Dorados de Playa Maya, expresó con desesperación la situación que enfrentan los prestadores de servicios: "Ya la playa de Tulum se acabó, ya no hay nada, ya lo acabaron. Nos estamos muriendo de hambre". Estas palabras, expresadas este miércoles, reflejan el impacto devastador del Parque Nacional del Jaguar y las estrictas regulaciones que han ahuyentado al turismo y afectado la economía local.
Pacheco Aguilar denunció que desde la implementación del Parque del Jaguar, la ocupación en las 18 embarcaciones de su cooperativa ha caído drásticamente, operando solo cinco a un 20% o 30% de su capacidad. "No hay para pagar a los empleados, no hay trabajo. Está todo muy jodido", afirmó. Según él, la presencia de la Guardia Nacional, percibida como intimidante, ha generado miedo entre los visitantes. "Es como si fuera un soldado, ya les da miedo. No pueden ingresar con un refresco, con una cerveza, con un agua. Ya no se puede", explicó, destacando las restricciones que prohíben incluso llevar bebidas a la playa.
El entrevistado también señaló un intento de desplazamiento por parte de las autoridades. "Nos quieren sacar de acá", aseguró, refiriéndose no solo a los lancheros, sino también a hoteleros, restauranteros, taxistas y artesanos que han sido afectados. La preocupación creció tras rumores de que, a partir de enero, la compañía vinculada al Parque del Caribe Mexicano y la Secretaría de la Defensa Nacional, introducirá nuevas embarcaciones que competirán directamente con las cooperativas locales, agravando la crisis. "Si de por sí nos estamos muriendo de hambre, imagínate con más competencia", lamentó Pacheco Aguilar.
La comunidad planea una marcha para exigir respuestas a la gobernadora Mara Lezama y a la presidenta Claudia Sheinbaum, ya que consideran que el proyecto del Parque del Jaguar "no benefició para nada, al contrario, nos perjudicó". Los prestadores de servicios, convocados por el coronel Aquino, director del parque, esperaban aclaraciones sobre estas nuevas embarcaciones, pero la reunión, programada para las 10:00 de la mañana, no se había realizado hasta casi las 11:00, lo que generó más incertidumbre.
La situación en Tulum refleja un conflicto entre el control estatal, la conservación ambiental y la supervivencia de las comunidades locales. Con un turismo en declive y restricciones que alejan a los visitantes, los trabajadores claman por soluciones. Como expresó Pacheco Aguilar, "es la única forma de apoyarnos, haciendo marchas", mientras el futuro de Tulum como destino turístico pende de un hilo.



