Se armaron los chingadazos en el PAN de Chetumal: ¡Puñetazos y democracia al estilo Othón P. Blanco! (Video)
El resultado: González Pavón con una herida en la cabeza, demostrando que su liderazgo es a prueba de golpes, y su hijo “Emiliano” desmayado en el suelo
Chetumal.— ¡Qué gran espectáculo nos regaló el Partido Acción Nacional (PAN) en Othón P. Blanco! En un día que prometía ser una aburrida elección de consejeros municipales, el secretario general del Comité Directivo Estatal, Germán González Pavón, y su valiente heredero “Emiliano” convirtieron la asamblea en un auténtico ring de lucha libre. Porque, claro, ¿qué mejor manera de elegir a los futuros líderes que con una buena dosis de golpes y desmayos?
Todo ocurrió el domingo, mientras los panistas intentaban, con dudoso éxito, seleccionar a sus consejeros municipales, esos héroes anónimos que luego pelearán por un codiciado puesto estatal. Pero, ¡oh sorpresa!, lo que debía ser un tranquilo ejercicio democrático se transformó en un capítulo de telenovela cuando González Pavón y el diputado Ángel Álvarez Cervera decidieron dirimir sus diferencias a la vieja usanza: con un enfrentamiento digno de un bar de mala muerte. La cosa escaló rápido, porque hasta los hijos de ambos se sumaron a la fiesta, convirtiendo la asamblea en una gresca familiar de proporciones épicas.
El resultado: González Pavón con una herida en la cabeza, demostrando que su liderazgo es a prueba de golpes, y su hijo “Emiliano” desmayado en el suelo, víctima de la intensidad de esta “democracia” panista. Los paramédicos, que seguramente no esperaban un domingo tan emocionante, trasladaron al joven al Hospital General de Chetumal, donde, por fortuna, descartaron lesiones graves. Menos mal, porque un PAN sin sus gladiadores no sería lo mismo.
La Policía Estatal Preventiva (PEP) tuvo que intervenir para calmar los ánimos, porque, al parecer, la pasión por la política en el PAN se mide en decibeles y puñetazos. Pero, como en toda buena tragicomedia, no podían faltar las acusaciones de irregularidades. Según los rumores, hubo compra de votos para favorecer a “los candidatos oficiales”, porque nada dice “transparencia” como unos billetes bien puestos. González Pavón, con la frente en alto (y probablemente vendada), acusó a la dirigencia estatal de orquestar el caos por miedo a perder el control. ¡Qué sorpresa! Un partido político jugando sucio, ¿quién lo hubiera imaginado?
El líder panista juró que juntará pruebas para llevar su queja a los órganos correspondientes, porque en el PAN no hay problema que no se pueda resolver con un buen memorándum. Mientras tanto, a las 17:45 horas del domingo, la asamblea seguía en el limbo, sin resultados oficiales ni pronunciamientos. Porque, ¿para qué apurarse cuando se puede alargar el drama?
En fin, en Othón P. Blanco, el PAN nos demostró que la política no solo se trata de ideales, sino también de resistencia física y talento para el escándalo. ¡Que siga el show!


