Secuestro en Chetumal: El calvario de un hombre que buscaba un futuro mejor
La odisea de Rigoberto es un recordatorio doloroso de que el sueño de una vida mejor puede convertirse en una trampa mortal para quienes buscan oportunidades lejos de casa
Chetumal.- La promesa de un empleo en la capital de Quintana Roo se convirtió en una pesadilla para Rigoberto, un hombre de 31 años originario de Xpujil, Campeche. Lo que comenzó como un viaje lleno de esperanza junto a dos compañeros terminó en un secuestro que lo llevó al borde de la muerte, exponiendo una vez más la vulnerabilidad de los trabajadores migrantes en regiones donde la delincuencia acecha.
Rigoberto llegó a Chetumal en busca de oportunidades laborales, como muchos otros que migran desde comunidades rurales hacia esta ciudad fronteriza. Sin embargo, su sueño se desmoronó cuando personas desconocidas lo privaron de su libertad. Durante tres días, él y sus compañeros fueron retenidos mientras sus captores exigían dinero a cambio de su liberación. La situación escaló cuando, al no obtener el pago, los presuntos delincuentes arrojaron a Rigoberto a un hueco, dejándolo gravemente herido. En un acto desesperado por sobrevivir, el hombre fingió estar muerto, una estrategia que le permitió escapar y buscar ayuda.
Transeúntes encontraron a Rigoberto en la intersección de la avenida Efraín Aguilar con Héroes, en Chetumal, visiblemente golpeado y desorientado. Paramédicos lo trasladaron de inmediato a un hospital, donde recibe atención médica por múltiples contusiones. Las autoridades locales han iniciado una investigación, pero hasta el momento no se reportan detenciones ni detalles sobre los responsables o el paradero de los otros dos compañeros de Rigoberto.
Un caso que refleja una problemática mayor
Este incidente no es un hecho aislado. Chetumal, una ciudad que históricamente ha sido un punto de tránsito y asentamiento para migrantes en busca de trabajo, enfrenta un incremento en delitos como el secuestro y la extorsión, según datos de la Secretaría de Seguridad Pública de Quintana Roo. En 2024, el estado reportó un aumento del 12% en delitos de alto impacto en comparación con el año anterior, con un notable repunte en casos relacionados con la privación ilegal de la libertad. La porosidad de la frontera con Belice y la presencia de grupos delictivos que operan en la región sur del estado agravan esta situación.
La historia de Rigoberto pone en evidencia la precariedad de los trabajadores migrantes, quienes a menudo carecen de redes de apoyo en las ciudades a las que llegan. “La gente viene con la ilusión de un trabajo, pero muchos caen en trampas de redes criminales que los explotan o los usan como moneda de cambio”, explica María Elena Torres, socióloga y especialista en migración interna en el sureste mexicano. La falta de programas de protección para migrantes laborales y la escasa vigilancia en zonas urbanas marginales de Chetumal facilitan que casos como este se repitan.
Preguntas sin respuesta
Aunque las autoridades han prometido esclarecer el caso, persisten dudas sobre la efectividad de las medidas de seguridad en la capital quintanarroense. ¿Cómo es posible que un secuestro de tres días pase desapercibido en una ciudad que presume ser un bastión de tranquilidad en el Caribe mexicano? ¿Dónde están los compañeros de Rigoberto? La opacidad en la investigación y la ausencia de avances concretos alimentan la desconfianza de la ciudadanía.
La impunidad en casos de secuestro no solo afecta a las víctimas directas, sino que erosiona la confianza en una región que depende de su imagen de estabilidad para atraer inversión y visitantes.
Un llamado a la acción
La odisea de Rigoberto es un recordatorio doloroso de que el sueño de una vida mejor puede convertirse en una trampa mortal para quienes buscan oportunidades lejos de casa. Su valentía para sobrevivir merece no solo justicia, sino también un cambio estructural que garantice la seguridad de los más vulnerables. Mientras las autoridades investigan, la sociedad de Chetumal espera respuestas y, sobre todo, acciones concretas para que nadie más tenga que fingir estar muerto para seguir viviendo.
Con información de: Quadratín