Siete años de impunidad: el caso de Bianca Fernanda Moreno expone las fallas del sistema de justicia en QR
La lentitud del caso refleja un sistema de justicia plagado de fallas.
Cancún.— Han pasado siete años y siete meses desde el brutal feminicidio de Bianca Fernanda Moreno Labastida, asesinada el 21 de febrero de 2018 en su domicilio en Playa del Carmen, y solo ahora, tras una lucha incansable de su madre, Bianca Yesenia Labastida Contreras, parece vislumbrarse un atisbo de justicia. La presunta responsable, identificada por las iniciales A.D.N., fue vinculada a proceso y se encuentra en prisión preventiva, pero este avance llega tarde y bajo circunstancias que cuestionan la eficacia del sistema judicial: la acusada se entregó voluntariamente, tras una orden judicial que le otorgó 12 horas para evitar una detención pública.
En rueda de prensa ofrecida este miércoles, Bianca Yesenia relató el calvario que ha enfrentado: “Fueron 7 años, 7 meses los cuales he estado luchando. Como ustedes saben, no es nada fácil. Estábamos en una situación difícil porque desde un inicio no se llevó el debido proceso”. El feminicidio de Bianca, quien fue “masacrada” en su hogar, donde “le pegaron tan fuerte que le destrozaron la cara”, estuvo marcado por irregularidades y omisiones. Inicialmente, las autoridades intentaron culpar al exnovio de la víctima, pero, según Bianca, “las investigaciones fueron muy precisas, muy exhaustivas” y demostraron que “el exnovio no tuvo nada que ver”. Sin embargo, este avance solo ocurrió tras años de presión por parte de la madre.
La lentitud del caso refleja un sistema de justicia plagado de fallas. Bianca Yesenia denunció a la exfiscal de feminicidios Guadalupe Reyes Pinzón, a quien calificó como “una persona corrupta, una persona vendida” que “obstruyó toda investigación del caso de mi hija”. Asimismo, señaló omisiones por parte de un policía de investigación, ahora vinculado a proceso, y otros servidores públicos que intentaron cerrar la investigación argumentando que “no había elementos para investigar”. En sus propias palabras: “Cuando me decidí yo a meterme, involucrarme a la carpeta, vimos que habían muchas puertas abiertas para hacerle investigación”. Este hecho pone en evidencia la negligencia institucional que permitió que el caso languideciera durante más de siete años.
El reciente avance, con la vinculación a proceso de la presunta responsable tras una audiencia de “24 horas 40 minutos, desde el domingo a las 10 de la mañana hasta el lunes a las 10:40”, no mitiga la indignación por la tardanza. La acusada, quien insiste en su inocencia y cuya defensa intentó desviar la culpa al exnovio, se entregó tras un plazo otorgado por la juez, un detalle que subraya la falta de acción proactiva por parte de las autoridades para capturarla. “Le dio la juez 12 horas para que ella se entregara, para no hacerle pública su detención”, explicó Bianca, evidenciando un trato que parece privilegiar los derechos de la presunta culpable sobre la justicia para la víctima.
A pesar de este paso adelante, el proceso está lejos de concluir. Bianca Yesenia se prepara para una audiencia complementaria en dos meses, donde “nos veremos la cara y tendremos que presentar otra vez las pruebas”. Aunque reconoce este momento como “un triunfo para todo lo que yo he estado buscando”, su dolor persiste: “Tengo 7 años levantándome de mi cama y preguntando por qué le hicieron esto, por qué la mataron de esa manera”.
El caso de Vianca Fernanda Moreno es un recordatorio sombrío de las fallas estructurales en el sistema de justicia de Quintana Roo, donde la corrupción, la negligencia y la falta de perspectiva de género han prolongado el sufrimiento de las familias de las víctimas de feminicidio. Siete años después, la lucha de Bianca Yesenia pone en el centro un sistema que solo actúa bajo presión y que, incluso ahora, depende de la rendición voluntaria de una presunta culpable para avanzar hacia la justicia.


