Tulum bajo asedio: ¿CONANP y Grupo Mundo Maya contra el turismo y los empresarios locales?
Empresarios y turistas denuncian cobros indebidos de brazaletes y restricciones en el Parque Nacional del Jaguar, pese a acuerdos con autoridades
Tulum.- La joya del Caribe mexicano enfrenta una crisis que amenaza su esencia como destino turístico. Empresarios, residentes y visitantes denuncian prácticas abusivas por parte de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) y el Grupo Mundo Maya (antes GAFSACOMM), una empresa operada por la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), en el Parque Nacional del Jaguar. A pesar de recientes acuerdos con autoridades de los tres niveles de gobierno, las promesas de libre acceso a las playas públicas y respeto a los negocios locales parecen haber sido ignoradas, generando una ola de indignación que pone en riesgo la economía de Tulum.
El conflicto escaló tras una reunión el pasado lunes entre habitantes, empresarios y autoridades, donde se pactó garantizar el acceso gratuito a las playas públicas, como Playa Mangle, y respetar los derechos de los negocios privados dentro del parque. Sin embargo, los reportes indican que el personal de CONANP y Grupo Mundo Maya continúa exigiendo a los visitantes el pago de brazaletes para acceder a servicios básicos como baños, restaurantes o carritos de golf en establecimientos privados. Esta medida, que según denuncias locales incluye un mensaje atribuido a José Juan Domínguez Calderón, director de la Reserva de la Biósfera Caribe Mexicano, obliga a pagar doble brazalete (uno de CONANP y otro del Parque del Jaguar) para cualquier actividad, desde recorridos en embarcaciones hasta visitas a la zona arqueológica.
La situación ha desatado una queja generalizada. Turistas nacionales y extranjeros reportan acoso constante, mientras que los empresarios, muchos de los cuales han ganado juicios que protegen sus propiedades frente a expropiaciones federales, ven sus negocios asfixiados por restricciones que consideran ilegales. “Es como si CONANP y Grupo Mundo Maya quisieran adueñarse de lo que es nuestro. Nos están matando el negocio y ahuyentando a los turistas”, señaló un restaurantero local que prefirió mantenerse anónimo por temor a represalias.



El Parque del Jaguar, un proyecto complementario al Tren Maya, prometía combinar la riqueza cultural maya con la conservación ambiental. Sin embargo, las acciones de sus administradores han generado sospechas de intereses económicos opacos. Rumores de corrupción circulan, con señalamientos directos al coronel retirado Fortino Aquino, administrador del parque, acusado de desviar los ingresos recaudados para fines personales, aunque no hay pruebas públicas que sustenten estas denuncias. Lo que sí es verificable es el impacto económico: las cooperativas de lancheros, por ejemplo, reportan que solo 5 de sus 18 embarcaciones están operando, funcionando al 30% de su capacidad debido a las restricciones de acceso y la presencia de la Guardia Nacional.
El presidente municipal, Diego Castañón Trejo, ha denunciado que Grupo Mundo Maya incumple los acuerdos de acceso gratuito para residentes y turistas nacionales, y ha impulsado una iniciativa legislativa para garantizar un día de acceso libre a todas las áreas naturales protegidas del país. Mientras tanto, los pescadores y prestadores de servicios turísticos, como Lenín Pacheco Aguilar de la cooperativa Dorados de Playa Maya, advierten que el proyecto del Parque del Jaguar no solo no beneficia a la comunidad, sino que amenaza con desplazar a los pequeños empresarios en favor de grandes operadores alineados con el gobierno.
El gobierno enfrenta un llamado urgente para intervenir antes de que Tulum, un destino que recibe más de 2.5 millones de visitantes al año, pierda su atractivo por estas políticas. La percepción de que la Federación, a través de CONANP y SEDENA, busca recuperar a toda costa la inversión del parque —financiada con recursos públicos— está alimentando un hartazgo que podría derivar en más protestas, como las que bloquearon la carretera federal 307 el pasado domingo.
Tulum no solo lucha por preservar su biodiversidad y herencia cultural, sino por mantener su identidad como un lugar acogedor para el turismo. La pregunta que resuena entre los habitantes es clara: ¿hasta cuándo permitirán las autoridades que estas prácticas amenacen el corazón de la Riviera Maya?



