Turba incendia Guarnición Militar de Cozumel tras denuncia de abuso sexual a menor por parte de un soldado
Según los reportes, la menor, quien se encontraba vendiendo botanas sola en la vía pública sin supervisión de sus padres, fue presuntamente abordada por el militar.
Cozumel.— Las instalaciones de la Guarnición Militar de la isla fueron dañadas e incendiadas la noche del sábado por una turba que exigía la entrega de un soldado acusado de secuestrar y abusar sexualmente de una niña de nueve años. El presunto delito ocurrió en una vivienda de la zona habitacional militar, ubicada en la zona norte del malecón de la isla.
Según los reportes, la menor, quien se encontraba vendiendo botanas sola en la vía pública sin supervisión de sus padres, fue presuntamente abordada por el militar, quien la llevó a las instalaciones de la Guarnición Militar. Ahí, según la denuncia, intentó abusar sexualmente de ella. Cabe destacar que la entrada principal de la sede militar cuenta con cámaras de videovigilancia activas las 24 horas del día, lo que podría proporcionar evidencia clave para las investigaciones.
El caso salió a la luz alrededor de las 21:00 horas del sábado, cuando transmisiones en redes sociales, principalmente de usuarios locales, comenzaron a viralizarse, atrayendo a cientos de personas a las afueras de la Guarnición Militar. Los manifestantes, en su mayoría jóvenes y algunos bajo los efectos del alcohol, exigían que el presunto responsable fuera entregado a las autoridades civiles para enfrentar la justicia.
El General Brigadier Armando Toscano Yáñez, comandante de la Guarnición Militar, se presentó en la entrada del polígono castrense para intentar calmar los ánimos. Solicitó a los manifestantes esperar a que concluyeran las investigaciones para deslindar responsabilidades. Sin embargo, sus palabras fueron interpretadas como una negativa, lo que incrementó la furia de la multitud.
Los inconformes comenzaron a lanzar piedras, objetos contundentes y bombas Molotov contra las instalaciones militares, causando daños significativos y provocando un incendio. Un pequeño grupo de elementos de la Guardia Nacional, equipados con escudos antimotines, se posicionó a unos 10 metros de la entrada principal, pero su respuesta se limitó a repeler las agresiones con las mismas piedras que les arrojaban los manifestantes.
La turba, cada vez más violenta, se trasladó al supermercado de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), ubicado en la intersección de la avenida Melgar con la avenida Capitán Antonio González Fernández. El establecimiento fue completamente destruido y saqueado por los manifestantes.
En un intento por dispersar a la multitud, un elemento militar accionó su arma larga, disparando al menos 15 veces. Aunque logró dispersar a los manifestantes, una mujer resultó herida por uno de los disparos y cayó al suelo. Fue trasladada de inmediato en un taxi al mismo hospital donde la menor había sido internada previamente para recibir atención médica.
No fue sino hasta dos horas y media después del inicio de la manifestación, cerca de las 23:30 horas, que elementos de la Policía Municipal y Estatal hicieron acto de presencia en el lugar. Su llegada tardía fue criticada por los ciudadanos, quienes señalaron la falta de respuesta inmediata ante la escalada de violencia.
Alrededor de la 01:00 horas del domingo 31 de agosto, trascendió que el presunto agresor, identificado como un soldado de la Guarnición Militar, fue detenido y puesto a disposición de la Fiscalía General del Estado de Quintana Roo. Al conocerse esta información, un grupo de manifestantes se trasladó a las instalaciones de la Décima Agencia del Ministerio Público, las cuales también fueron vandalizadas y dañadas por la turba.
La menor fue atendida por autoridades municipales, quienes le brindaron protección, así como asesoramiento legal y psicológico. Actualmente, se encuentra bajo cuidado médico y recibiendo apoyo para enfrentar las secuelas del presunto abuso.
Este incidente ha generado una profunda indignación en la comunidad de Cozumel, un destino turístico conocido por su tranquilidad. La presunta implicación de un militar en un delito tan grave, sumada a la percepción de una respuesta lenta por parte de las autoridades, ha avivado el descontento social. Las cámaras de videovigilancia de la Guarnición Militar podrían ser clave para esclarecer los hechos, aunque hasta el momento no se ha informado si las grabaciones han sido entregadas a las autoridades civiles.
La violencia desatada durante la protesta, incluyendo el incendio de instalaciones militares, el saqueo del supermercado de la SEDENA y los disparos, plantea serias preguntas sobre la seguridad en la isla y la relación entre las fuerzas armadas y la población civil. Además, el caso pone en el centro del debate la vulnerabilidad de menores que trabajan en la vía pública sin supervisión adecuada.
Las autoridades de la Fiscalía General del Estado de Quintana Roo continúan con las investigaciones para determinar la responsabilidad del militar detenido. Mientras tanto, la niña permanece bajo protección municipal, y la mujer herida por los disparos recibe atención médica. Las instalaciones de la Guarnición Militar y el supermercado de la SEDENA presentan daños significativos, y aún no se ha cuantificado el costo de las pérdidas.




