Un venado perdido en el asfalto: el costo ambiental de las megaobras en Chetumal
El animal, desorientado, corría por la calle Antonio Plaza con San Salvador, frente al Instituto Cumbres, cuando un vehículo compacto lo impactó.
Chetumal.- Esta mañana, un venado cola blanca murió atropellado en la Colonia Jardines de Chetumal, un incidente que no solo conmocionó a los vecinos, sino que destapó las consecuencias de las obras del Tren Maya y la base de la Guardia Nacional en la región. El animal, desorientado, corría por la calle Antonio Plaza con San Salvador, frente al Instituto Cumbres, cuando un vehículo compacto lo impactó. La escena, inusual en una zona urbana transitada, refleja el impacto de la deforestación y el desplazamiento de fauna en la selva aledaña al Aeropuerto de Chetumal.
Testigos relataron que el venado, visiblemente confundido, intentaba huir del caos urbano. Un transeúnte quiso llevarse el cuerpo, pero la rápida intervención de los vecinos lo impidió. Tras el reporte al 911, personal del H. Cuerpo de Bomberos de Othón P. Blanco y de la Procuraduría de Protección al Ambiente (PPA) acudió al lugar para hacerse cargo. Sin embargo, el daño ya estaba hecho, el venado no sobrevivió.
Vecinos de la zona señalan que, hasta hace poco, especies como venados, tejones, mapaches y tepezcuintles eran comunes en la selva cercana al aeropuerto. Ahora, con los trabajos de construcción del Tren Maya —uno de los proyectos insignia del gobierno federal— y la base de la Guardia Nacional, la fauna local se ve forzada a abandonar su hábitat. La deforestación y el ruido de las obras han desplazado a estos animales, que terminan desorientados en áreas urbanas, enfrentándose a un entorno hostil.


Datos oficiales confirman el impacto ambiental en la región. Según el Manifiesto de Impacto Ambiental del Tren Maya, en el tramo Chetumal-Tulum se prevé la afectación de más de 3,000 hectáreas de selva, hábitat de numerosas especies protegidas. Aunque el proyecto incluye medidas de mitigación, como pasos de fauna, organizaciones ambientales han criticado su insuficiencia. Este incidente no es aislado, en 2024, la PPA reportó un aumento del 30% en avistamientos de fauna silvestre en zonas urbanas de Quintana Roo, un indicador alarmante del estrés ecológico.
El caso del venado en Chetumal no es solo una tragedia aislada; es un recordatorio del costo ambiental de las megaobras. Mientras el progreso avanza, la pregunta sigue en el aire: ¿estamos sacrificando demasiado por él?