Violencia en Cancún: Menor asesinado en barbería revela la sombra del crimen organizado
Sicarios irrumpen en un negocio de La Guadalupana, dejando un menor fallecido y dos heridos; la Fiscalía apunta a extorsión por préstamos "gota a gota" como móvil.
Cancún.- En un nuevo episodio de violencia que sacude a Cancún, un menor de 15 años, identificado como Jesús D. S., perdió la vida tras un ataque a balazos en una barbería del fraccionamiento La Guadalupana, en la región 217. El incidente, ocurrido la noche del pasado martes en la calle 74, entre 31 Poniente y Báltico, dejó también dos heridos, otro menor y un joven de 18 años. La emboscada, ejecutada por sicarios que huyeron en un taxi sin identificación visible, expone la creciente inseguridad que asfixia a los negocios locales y a la comunidad.
Según testigos, los agresores irrumpieron sin previo aviso, disparando contra los presentes en la barbería. Jesús D. S. fue trasladado con vida al Hospital General, pero sucumbió a sus heridas poco después de las 10 de la noche, dejando a su familia en medio de un dolor indescriptible. La Fiscalía General del Estado de Quintana Roo ha iniciado una investigación por homicidio y delincuencia organizada, confirmando que el ataque podría estar vinculado al cobro de préstamos "gota a gota", una práctica asociada a prestamistas extranjeros que operan en pequeños comercios de la zona.
Este trágico suceso no es un hecho aislado. Cancún, uno de los destinos turísticos más importantes de México, enfrenta una escalada de violencia que pone en jaque su imagen y seguridad. En lo que va de 2025, los reportes de extorsión y ataques armados contra negocios han aumentado, según datos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana. La modalidad de los préstamos "gota a gota", conocida por sus altas tasas de interés y métodos coercitivos, ha sido señalada como un factor detrás de esta ola de crímenes, afectando a comerciantes y ciudadanos vulnerables.


La muerte de Jesús D. S. no solo enluta a una familia, sino que enciende las alarmas sobre la impunidad que permite al crimen organizado operar con descaro. Mientras las autoridades prometen justicia, la ciudadanía se pregunta: ¿hasta cuándo Cancún seguirá siendo rehén de la violencia? La investigación en curso deberá esclarecer los motivos detrás de este ataque y, sobre todo, garantizar que no quede en el olvido, como tantos otros casos en una ciudad donde el turismo y el miedo conviven en una frágil tensión.