Cárceles de QR: entre las peores del país y dominadas por el Narco, revela diario español “El País”


Redacción.- Las cárceles de Quintana Roo figuran entre las peores calificadas del país, así lo revela un estudio de Derechos Humanos publicado este jueves por el diario español “El País”, en un reporte que da cuenta de cómo al menos la mitad de las penitenciarías de México están dominadas por el Narco, el texto también destaca entre los peores centros carceleros los de Nayarit, Guerrero, Hidalgo y Tabasco.

Aquí la información publicada por “El País”:

Narco, poder y cárcel. Esa es posiblemente una de las combinaciones más explosivas de México. Y por lo que ha destapado la Comisión Nacional de Derechos Humanos es bien fácil de encontrar. En el 54% de los centros penitenciarios analizados, los “internos ejercen el control mediante la violencia sobre el resto de la población”. Es decir, el narco impone su ley en lugar del Estado. Un poder oscuro y sanguinario detrás del que figuran episodios como el motín de Topo Chico, donde una reyerta por el dominio de la prisión norteña acabó en febrero pasado con 49 muertos, muchos decapitados.

El universo carcelario mexicano, con una población cercana a los 250.000 reclusos, es lo más parecido a un agujero negro a punto de colapsar. Las reiteradas promesas de reforma han caído en saco roto y su punta de lanza, el proyecto de ley de Ejecución de Sanciones Penales, lleva tres años estancado. Frente a los anuncios de la administración, que reverdecen ante cada sacudida, la realidad aplasta cualquier esperanza. Sólo en 2015 se registraron 2.110 incidentes violentos: seis motines, 23 “suicidios”, 55 casos de abuso, 54 asesinatos, 250 desórdenes y 1382 riñas.

El aguafuerte no termina ahí. El diagnóstico de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, basado en la visita de 130 de los 359 centros penitenciarios (36%), muestra carencias en todas las áreas: “Las mayores deficiencias se refieren a la clasificación entre procesados y sentenciados, hacinamiento, falta de actividades laborales y de capacitación para el trabajo. También se identificaron como deficiencias importantes, la falta de personal de seguridad y custodia, así como la prevención y atención de incidentes violentos, es decir, no hay suficientes acciones para prevenir o atender incidentes como riñas, lesiones, fugas, homicidios o motines”.

En el caso de la sobrepoblación, advertida en el 54% de los centros revisados, el informe revela que en áreas “donde deben convivir cuatro internos, llegan a encontrarse hasta 30”. Este hacinamiento se combina con “zonas de privilegio”, donde los cárteles imponen su ley y que son fruto de la dejación de funciones “en el ejercicio de la autoridad, situación que favorece la violencia”.

El espanto, en un mundo erosionado por las enfermedades infecciosas y la marginalidad, lo completa la ausencia de “programas para la prevención de adicciones y de desintoxicación voluntaria". Una falta que junto con “deficiencias en las condiciones materiales y de higiene de las instalaciones para alojar a los internos” revela el profundo desapego del Estado mexicano por sus cárceles, sobre todo en Nayarit, Quinta Roo, Guerrero, Hidalgo y Tabasco, las peor clasificadas.

“Los hechos no nos permiten concluir que el sistema penitenciario esté plenamente organizado y opere sobre una base de respeto a los derechos humanos, en donde el trabajo, la capacitación para el mismo, la educación, la salud y el deporte sean los medios que logren la reinserción social de las y de los internos, previniendo que reincidan”, concluyó eufemísticamente el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Luis Raúl González Pérez.

Fuente: El País
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