Es una tradición viva desde hace más de 160
años y en todo ese tiempo las festividades en honor a la Santa Cruz siempre fue
un encuentro místico-cultural sin costo para el pueblo, uno de los más
importantes de la etnia. Pero este año el presidente municipal de Felipe
Carrillo Puerto, Sebastián Uc Yam, comercializó el evento para cobrar entradas
y vender cervezas, aún en contra de la advertencia de los dignatarios Mayas.
Por: Esmaragdo Camaz
La ancestral y tradicional fiesta en honor
a la Santa Cruz, un evento místico-cultural de los Mayas, fue transformada por
la administración municipal de Sebastián Uc Yam en un burdo espectáculo que le
generó millones de pesos a través de la venta de palcos, butacas y sobre todo,
de cervezas, hechos que nunca antes habían sucedido, pues estas festividades
siempre fueron gratis para el pueblo.
Las festividades terminaron este martes
pasado y hoy los carriportenses empiezan a darse cuenta de la transformación
que sufrió una de sus más sagradas costumbres.
Si el viacrucis de Semana Santa del mundo
católico un día fuera realizado por un presidente municipal en una plaza de
toros, si cobraran la entrada y vendieran durante la representación, cervezas, esto
sería un suceso que por sacrílego, le daría, primero, la vuelta al mundo, y
segundo, seguramente le costaría al funcionario hasta el cargo.
Pero si además en esa representación el
hombre que encarna a Cristo cayera de la Cruz, sería un elemento adicional que
convertiría el evento en un coctel explosivo.
Este símil da una idea del porqué los
dignatarios mayas y la comunidad de la etnia no dan crédito a lo que Sebastián
Uc Yam hizo con sus fiestas religiosas y sus tradiciones.
La comercialización de las fiestas es la
razón por la que este ritual sagrado fue transformado por las autoridades
municipales, quienes levantaron en el terreno de la Expomaya una especie de
plaza de toros y cobraron la entrada para ver cómo las sagradas fiestas se
convirtieron en un evento cervecero.
Pese a la negativa y advertencia de los
dignatarios Mayas de que las festividades debían iniciar como cada año en el
santuario de la Cruz Parlante, Sebastián Uc May decidió hacerlas en una especie
de ruedo, una estructura de madera “forrada” de palma, donde la tradición maya
fue comercializada.
El Ayuntamiento de Felipe Carrillo Puerto y
el propio alcalde se han negado a entrar un informe oficial de los ingresos
obtenidos por la comercialización de esta ancestral tradición, no obstante, se
sabe que lo recaudado son cifras importantes, por el flujo de personas que
pagaron sus entradas y por la notoria cantidad de cerveza que fue vendida en
torno a estas fiestas.
El propio alcalde Sebastián Uc Yam
supervisó el montaje de la “plaza de toros”, como se ve en estas fotografías, y
estuvo al tanto del desarrollo de este nuevo negocio.
Pero lo que molesta a los dignatarios mayas
y la comunidad más allá de dinero que el alcalde obtuvo por la comercialización
de los festejos, es el atentado a las creencias y tradiciones de la etnia.
Como se informó con oportunidad, el
desarrollo de la liturgia salió mal, el Chi-ik, el hombre que representó al
“Gran Tejón”, cayó del árbol sagrado, representado por el madero que fue
implantado en medio de la plaza de toros.
Este 2012 cuando fuera del mundo Maya y
derivado de una fuerte promoción turístico-comercial se habla del fin e inicio
de una era para vender esta cultura ancestral, uno de los suyos, Sebastián Uc
May, ha asestado un duro golpe a las creencias de la etnia.
Un hecho sin duda, que nadie esperaba.
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Comentarios
Adyacente a la falta de respeto a la cultura maya milenaria, se debe de hacer público el problema con la energía eléctrica que sufrieron los habitantes de la Col. Jesús Martínez Ross y el desvelo que esto ocasionó, ya que de todos es sabido que al llegar gente extraña vendiendo a altos precios, aprovechan para apoderarse de lo ajeno, estudiando con cuidado la vida diaria de los habitantes cercanos a las instalaciones de Expomaya.
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