Ayuntamientos de QR en quiebra: oportunidad ideal para nuevos endeudamientos


Más que preocupados, los alcaldes de Quintana Roo que se dicen quebrados, ya se lamen los bigotes por los nuevos endeudamientos en puerta. Son millones de pesos a los que tendrán acceso a través de la banca privada. ¿Quién no estaría feliz de poder gastar millones de pesos sin tener que devolverlos al acreedor? Al fin que por eso vienen atrás –ya pronto-, los nuevos presidentes municipales, quienes tendrán que apechugar la deuda pública.


Por: Esmaragdo Camaz

Los presidentes municipales de Quintana Roo dicen que no tienen dinero y varios de ellos se declaran en quiebra, cosa -más que preocupante-, conveniente para ellos, pues esto les abre la puerta para buscar nuevos endeudamientos, en vez de por ejemplo, reducir gastos o adelgazar la nómina.

La falta de dinero en los Ayuntamientos no es cosa grave para los presidentes municipales. Por el contrario, estas son buenas noticias. Algunos incluso ya se frotan las manos, pues un nuevo endeudamiento es inminente.

En Chetumal por ejemplo, Carlos Mario Villanueva Tenorio ya está en abierta campaña por 50 millones de pesos. Sus regidores, incluidos los de su partido, se han manifestado en contra de un nuevo empréstito, pero como siempre, el cabildeo y las negociaciones vencerán.


Los argumentos del alcalde son los mismos de siempre. Falta de dinero para pagar la nómina, la urgencia de realizar obra pública, los recortes presupuestales de la Federación, la deuda a proveedores y la morosidad de la ciudadanía para pagar impuestos.

Además, ésta reciente quincena no pagó completo a los empleados del Ayuntamiento y las carencias al interior de la Comuna son tantas que apenas y pueden mantenerse operando, a medias claro, éste a su vez, otro buen argumento para endeudarse más.

Pero atrás de estos argumentos hay una realidad inocultable que es a fin de cuantas, la que da mayor confianza y sobre todo, el factor de oportunidad para los alcaldes. Ellos no pagarán el dinero que van a pedir prestado y que –claro-, se van a gastar.

Carlos Mario Villanueva no va a pagar los 50 millones de pesos que piensa pedir prestados, como su antecesor, Andrés Ruiz Morcillo, no pagó tampoco sus deudas, y el anterior tampoco, etc.


O sea que en el futuro mediato, uno de los personajes que surgirá entre los partidos políticos como candidato a la presidencia municipal de Othón P. Blanco, pagará las deudas de Carlos Mario, o quizá ni si quiera eso, pues el hijo del ex gobernador en realidad no ha pagado aún las de su antecesor.

Pero pese a la contingencia financiera que dice tener, Carlos Mario no ha hecho nada para adelgazar la nómina, sino por el contrario, ha contratado unos 300 empleados y 40 asesores, hechos consignados y que han servido también de crítica de los regidores.

Desafortunadamente, este caso no es muy diferente a los demás municipios que se dicen quebrados.

En José María Morelos, Domingo Flota, quien le prometió a 500 trabajadores de confianza del Ayuntamiento que les va a pagar la quincena este 25 de Agosto, ha dejado de pagar puntual la nómina, al menos en dos ocasiones, mención a parte, la rebelión de los Policías que reclamaban con justicia, el pago de la prima vacacional.


Flota entonces también está buscando cómo endeudarse más. O más bien, cómo endeudar más a la Comuna.

Y como él no lo va a pagar, pues ya nada más le falta decidir la cantidad. Se desconoce este dato, pero al parecer podrían ser unos 20 millones de pesos, según información que ha sido filtrada.

En Felipe Carrillo Puerto –también en la zona maya-, la situación es similar. Sebastián Uc Yam todavía hoy no les ha pagado la quincena más reciente a los Policías y a los trabajadores de confianza.

Estos retrasos en la nómina municipal son recurrentes desde que se hizo de la presidencia. Y en la Navidad del año pasado, tuvo que recurrir al gobierno del estado para que le adelantaran participaciones y poder saldar los compromisos de fin de año.


Esta situación por cierto, fue similar para varios Municipios el año pasado.

Sebastián Uc Yam tiene serios problemas para pagar la nómina, pero en vez de reducirla, paga altos salarios al equipo de béisbol local, propiedad de la Comuna.

Por cierto que, uno de los principales beneficiados de este equipo de béisbol es el mismo Sebastián Uc Yam, quien obtiene ingresos a través de la publicidad que vende en su radiodifusora, pues es él quien transmite estos partidos.

La oportunidad de un endeudamiento en Felipe Carrillo Puerto es una posibilidad y las condiciones están dadas para ello.


En Cozumel, Aurelio Joaquín González también tiene problemas para el pago de la nómina. Ya en dos ocasiones ha cumplido a destiempo y aunque repetidamente ha anticipado que se deshará de un buen número de empleados para bajarle a los gastos, hasta hoy esta medida no ha sido aplicada.


El alcalde de la Isla ha dicho que un endeudamiento no es viable, pero habrá que esperar si en los hechos, esta posibilidad es finalmente descartada.

En Cancún, Julián Ricalde Magaña también quiere endeudar más al Ayuntamiento y está buscando unos 30 millones de pesos.

Para “suavizar” la medida y la molestia ciudadana –según él-, ha dicho que este préstamo es apenas “un empujoncito” que el Ayuntamiento necesita para pasar la temporada baja y que la gente no debe “asustarse”, pues no se trata de un endeudamiento, sino de una “línea de crédito” para tomar dinero de ahí cuando lo necesite.

Una línea de crédito es lo mismo que en un endeudamiento, al igual que todo dinero que haya que regresar a un acreedor, así de simple.


Pero Julián Ricalde está haciendo lo mismo que hizo Greg Sánchez con la cantaleta aquella de la línea de crédito de 120 millones de pesos, “que no se iban a usar”, salvo una emergencia.

De ese dinero por cierto, el principal beneficiado fue el propio Julián Ricalde, pues de ahí salió gran parte de la campaña política que hoy lo tiene en la silla de la Presidencia Municipal.

Dinero del que hoy reniega Ricalde, aunque sin razón, pues ni lo ha saldado todavía, ni lo pagará, como tampoco lo hará con los 30 millones que ahora está buscando.

La situación en Benito Juárez –a diferencia de otros municipios-, parece ser más compleja o al menos, más confusa. Pues mientras Ricalde se promueve como alcalde quebrado, de repente saca, como por arte de magia, millones de pesos para pagar prestaciones que –se suponía-, el Ayuntamiento no podía cubrir.


Un ejemplo de ello fue el reciente episodio con los policías. El Ayuntamiento debió pagar el fondo de ahorro en Mayo, como dice la Ley Laboral. Pero Julián o alguien, se embolsó ese dinero y la respuesta “oficial” era que no había dinero para el pago de esa prestación.

Sin embargo, cuando el conflicto salió a la luz pública y sintió la presión de la tropa, Julián dijo que sí pagaría el fondo de ahorro, aunque “no en los próximos 10 días”, aclaró.

Lo increíble es que Ricalde pagó en mucho menos tiempo que los diez días que él mismo había dicho. Y no fueron dos pesos, fue una cantidad considerable, al menos unos 12 millones de pesos.

¿De dónde salió tanto dinero en tan poco tiempo, si antes Julián dijo que no había dinero?


O sea, ¿el Ayuntamiento de Benito Juárez tiene o no tiene dinero?

El gobierno del Estado ha recomendado en dos ocasiones este mismo año, que los Ayuntamientos reduzcan sus gastos, que optimicen los recursos y que tomen medidas de apremio ante la contingencia financiera. Pero pocos atienden esta recomendación.

Está claro que para los alcaldes en Quintana Roo, las fianzas públicas municipales flacas es un buen negocio, porque ésta es una condición propicia que justifica endeudarse por cifras millonarias que le van a producir jugosas ganancias.

Cualquier agente financiero sabe los beneficios de operar este tipo de fondos, las comisiones y el fruto por el manejo de estas cuentas que además, no tienen mayor seguimiento ni fiscalización, no más allá de los propios acuerdos que alcaldes, su Cabildo y el Congreso determinen, cada uno claro, con su respectivo beneficio.

En Baja California Sur, Guillermo Santillán Meza, presidente municipal de Mulegé, ha puesto a la venta un inmueble propiedad de la Comuna, con el que espera obtener 6.5 millones de pesos para pagar salarios a mil 500 empleados que tiene.
Acá en cambio, a los presidentes municipales se les hace mejor media pedir dinero prestado, porque además, produce más y mejores ganancias. Y lo más importante, pueden gastárselo con la tranquilidad de saber que no tendrán que pagar por ello.
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