Expediente Ricalde (229MDP): Julián manejaba el Ayuntamiento desde antes de ser alcalde; tenía acceso al sistema de Nómina de Oficialía Mayor



La danza de los 229 millones de pesos va tomando un giro inesperado, quizá no casual, pues a medida que Julián Ricalde va moviendo las piedras, también van surgiendo a la luz la información que lo incriminaría, pues una serie de hechos dan cuenta de cómo tomó decisiones sobre el destino de la Comuna, aún antes de ser presidente municipal.


Por: Esmaragdo Camaz

Julián Ricalde tenía el control de las finanzas del Ayuntamiento de Cancún desde que era candidato a la presidencia municipal, lo que le permitió decidir sobre el dinero de la Comuna durante su campaña electoral en busca de la alcaldía de Benito Juárez, tanto así, que poseía incluso la clave de acceso al sistema de Nómina de la Comuna, información exclusiva para el Presidente Municipal y el Oficial Mayor, en un momento por cierto, en que los 229 millones de pesos todavía estaban intactos.

Ricalde no sólo tenía acceso a la nómina oficial del Ayuntamiento, sino que a través de una nómina especial que se pagaba desde la Dirección de Egresos, ésta entonces a cargo de Oscar Conde, pagaba el salario de 200 trabajadores de la Comuna que sirvieron a su campaña política para la presidencia municipal.

Otro canal de Julián Ricalde para decidir sobre recursos públicos, fue Mario Arreguin, quien era el Director de Recursos Materiales desde los tiempos que era el candidato a la presidencia municipal.

Entender cómo Julián Ricalde tejió el entramado para ejercer el presupuesto municipal a sus intereses personales requiere la revisión de datos y fechas que van revelando este proceso.

Todo cambia con la detención de “Greg”

El 4 de Abril 2010, Gregorio Sánchez Martínez solicitó licencia para separarse del cargo de presidente municipal y en su lugar quedó como interina, Latifa Muza Simón.

“Greg” se convirtió en el candidato del PRD a la gubernatura, y su delfín, Julián Ricalde Magaña, se transformó el 6 de Mayo de ese mismo año en el abanderado de ese partido a la alcaldía de Cancún.

En este inter la administración de la interina, Latifa Muza, continuaba bajo las indicaciones de Gregorio Sánchez Martínez, aún cuando éste gozaba de licencia para jugar por la gubernatura.

Sin embargo, el 25 de Mayo, cuando “Greg” fue detenido en el Aeropuerto Internacional de Cancún por la Policía Federal, el Ayuntamiento de Benito Juárez quedó a la deriva y Julián Ricalde, por encargo del propio indiciado, tomó las riendas del control del Palacio Municipal.

Esto no es de extrañarse, pues como se sabe, Ricalde gozaba en ese entonces de toda la confianza de Greg, y no sólo eso, sino que al caer en desgracia, Sánchez Martínez dio por hecho que recibiría de Julián el apoyo para sacarlo del atolladero, cosa que no sucedió.

Pese a su súbita detención, Greg dejó bien arropado y armado a Julián Ricalde, pues en ese momento la Comuna tenía un fondo de 238 millones de pesos de la cuenta Banorte 0185-86162-5, a nombre del Municipio de Benito Juárez Quintana Roo.

La base de este dinero son los 229 millones de pesos que fueron desviados y no ejecutados en pavimentación de calles con Concreto Hidráulico para Cancún, tal como fue autorizado por la Legislatura local.

Julián Ricalde quedó tan protegido tras la detención de “Greg”, que tenía incluso las claves de acceso al Sistema de Nómina del Ayuntamiento de Benito Juárez, información súper confidencial que sólo pueden tener, el presidente municipal y el Oficial Mayor.

Mario Joaquín Moguel y la Oficialía Mayor

Hay hechos que respaldan este dato. Son estos:

Mario Joaquín Moguel fue el Oficial Mayor del Ayuntamiento durante la administración de Gregorio Sánchez Martínez, y como es obvio, tuvo a su cargo el manejo de muchos de los recursos públicos de la Comuna.

Joaquín Moguel llegó al cargo a través del hoy sub-secretario de Turismo federal, Carlos Joaquín González, éstos por cierto medio hermanos, aunque el primero no reconocido por Don Nassim, padre de ambos, ésta una historia conocida de todos en Cozumel.

Otro dato es que Olga Hop, la suplente de Carlos Joaquín en el Congreso, cuando éste fue diputado, es esposa de Héctor Ávila, éste a su vez, amigo íntimo de Mario Joaquín Moguel, y por ahí se cierra el círculo.

Como se sabe, los Joaquín apoyaron económicamente a Gregorio Sánchez Martínez para su campaña a la presidencia municipal de Benito Juárez, y a cambio de eso, se hicieron de la administración del Ayuntamiento cuando éste ganó la presidencia municipal.

Los Joaquín controlaban en ese entonces todas las finanzas del Ayuntamiento de Benito Juárez, tenían: Tesorería, Oficialía Mayor, Egresos y Dirección de Fiscalización, entre otros.

De ahí, de esa alianza y negociación, Mario Joaquín Moguel llegó a la Oficialía Mayor.

Este personaje por cierto, es el que hoy Julián Ricalde Magaña señala como responsable del desvío de los 229 millones de pesos.

El punto no es quién ejercía los recursos, sino quien daba las órdenes para el movimiento del dinero.

Para el desarrollo de la campaña electoral de Julián Ricalde, éste se afianzó con 200 empleados de la Comuna que fueron retirados de la nómina oficial e ingresados a la lista que se pagaba desde la Dirección de Egresos.

En ese inter, el período del interinato de Latifa Muza estaba por terminar y era urgente decidir quién quedaría al cargo de la comuna de forma definitiva, decisión que tomó y ejecutó Julián Ricalde, lo que da una muestra del poder absoluto que ejercía en el Ayuntamiento, aún siendo todavía candidato.

El factor Viveros y las claves de acceso al Sistema de Nómina

Hay datos que sustentan esta versión. Son estos:

Víctor Viveros Salazar, entonces regidor y ex candidato perdedor del PRI, le vendió la idea a Julián Ricalde que la interina, Larifa Muza, era la idónea para asumir la presidencia municipal de forma definitiva, pues ésta contaría con el apoyo del entonces gobernador, Félix González Canto.

Con la aprobación de Ricalde, Viveros negoció con los regidores de ese entonces para que dieran su voto a Muza, a cambio de ello, hubieron recompensas para los concejales.

El propio Vctor ﷽﷽﷽﷽﷽ y no ejecutados en Oblos concejales.
 voto a Muza, a cambio de es de pesos que fueron desviados y no ejecutados en Obíctor Viveros obtuvo para él, la Oficialía Mayor y Desarrollo Urbano, mientras que a otros concejales, como por ejemplo, Martiniano Maldonado, logró Comercio en Vía Pública, y a Berenice Polanco, le tocó la Coordinación de Modernización Administrativa, entre otros que también recibieron cuotas, resultado de esa negociación.

Los regidores iban a “insertar” a su gente en la nómina para operar las áreas que éstos habían logrado tras el acuerdo.

Así, Víctor Viveros instaló a Noé Naranjo como nuevo Oficial Mayor del Ayuntamiento. Este personaje fue quien entró en lugar de Mario Joaquín Moguel.

Como resultado de esta negociación que le favoreció, Latifa Muza instruyó para que se produjera este cambio en la Oficialía Mayor, cosa que sucedió el 2 de Julio 2010, es decir, justo 2 días antes de las elecciones del 4 de Julio, cuando Julián Ricalde ganó la presidencia municipal de Benito Juárez.

Sin embargo, al no soltar Julián Ricalde el control sobre los diferentes sistemas de la administración municipal, hubo problemas incluso para el pago de personal de la Comuna, para liquidar prestaciones a sindicalizados, y ya ni se digan los atrasos continuos en pago a proveedores del Municipio.

Un dato demuestra que Julián Ricalde era quien tenía el control del Ayuntamiento desde ese entonces y no Latifa Muza. Es éste:

Víctor Viveros tuvo que reunirse con Julián Ricalde para destrabar la operación de las principales actividades del Ayuntamiento, puesto que Julián controlaba y tenía la información sobre los diferentes sistemas del Municipio, como son el Sistema de Nómina, el de Adquisiciones y las cuentas bancarias manejadas por la Tesorería.

La reunión se llevó a cabo el 12 de Julio de 2010, pero significó un rotundo revés para Viveros, pues Julián Ricalde nunca le entregó nada y mantuvo el control de estos sistemas, generándose así, una profunda rencilla entre ambos, todavía vigente al día de hoy.

Nótese que Viveros no acudía a negociar con Latifa Muza, la presidenta municipal en funciones, sino con Julián Ricalde.

Los operadores de Julián Ricalde

El Oficial Mayor de Víctor Viveros no duró en el cargo ni un mes. Apenas 25 días después de su nombramiento fue destituido y en su lugar llegó, Abraham Cuevas, un personaje en ese entonces de todas las confianzas de Julián Ricalde.

Con este nuevo cambio Julián, ya como candidato ganador, afianzó todavía más el control de la Comuna, aún durante las administraciones interinas de Latifa Muza y Jaime Hernández.

Hay otro dato que no puede ser casual y que abona a esta versión. Es este:

 en ﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽e demuestra quiayor nuncaacho, por lo que en la primera quincena de Julio hubo incluso problemas para el pago del persAbraham Cuevas está asociado actualmente en un despacho de consultoría que puso con Abel Arreguin, este a su vez, ex Director de Recursos Materiales de Julián Ricalde. Quizá esto no dice mucho, pero los antecedentes de estos personajes sí.

Abel Arreguin llegó al Ayuntamiento de Benito Juárez con Julián Ricalde cuando éste era el titular de Servicios Públicos, en la época que Greg le construyó la súper secretaría desde donde lo impulsó para ser el presidente municipal.

Arreguin fue colocado a instancias de Ricalde, en la Dirección de Recursos Materiales, donde controlaba todas las compras del Ayuntamiento, por sumas millonarias. Pero ya una vez alcalde, Julián lo removió y lo puso en un lugar todavía mejor para negociarle con los proveedores jugosos beneficios.

Así, Abel Arreguin fue instalado en el cargo de “Vínculo con Proveedores”, que no es otra cosa más que negociar las “comisiones” que el edil gana por asignar obras y/o compras que la Comuna hace, en todos los casos, cifras millonarias.

En este contexto, la sociedad de Abraham Cuevas y Abel Arreguin en el despacho de “Consultoría” toma otra dimensión y da una idea bastante clara del alcance que Julián tenía sobre la administración del Ayuntamiento desde antes de ser alcalde y por ende, de los recursos públicos municipales que desde entonces ya manejaba.

Por eso aún durante los períodos de Latifa Muza y Jaime Hernández, Julián Ricalde siempre tuvo de algún modo, control y el uso del dinero de la Comuna.

Ricalde, quien se había abstenido de dar a conocer públicamente los nombres de los presuntos responsables del desfalco de los 229 millones de pesos, se atrevió a revelar en la prensa nacional, que Mario Joaquín Moguel debe ser investigado por la Procuraduría General de Justicia del Estado como uno de los responsables de ese millonario desvío de recursos públicos.

Hoy que el propio Julián está removiendo las piedras, la caja de pandora se ha abierto y la información que lo incriminaría está saliendo a flote.

Y puede ser apenas el principio.
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