La dudosa legitimidad de la Orquesta Sinfónica de Quintana Roo


Un día Félix González –el gobernador-, entendió que había que fomentar el deporte y trajo al Atlante; un fracaso. Otro día se propuso impulsar la ciencia y quiso traer –sin éxito-, una base espacial. Ahora, al final de su sexenio, quiere impulsar la cultura y manda a hacer una orquesta sinfónica, que como en todos los casos anteriores, es un proyecto de dudosa calidad.

Por: Esmaragdo Camaz

En la primavera de este año, Martin Perera Camargo, un funcionario de la Secretaría de Cultura del estado, se dedicó a contactar músicos egresados de los pocos conservatorios que existen en nuestro país. Sospechosamente les pidió, además de su currículum, su CURP y RFC. Con esta información armó un paquete que sirvió para armar la fantasía de una orquesta sinfónica que sería para el verano el orgullo de la Cultura de Quintana Roo, como dice Félix González.

Los músicos calificados mandaron sus documentos, pero nunca más fueron contactados. No los contrataron pues. En su lugar, las autoridades de cultura recurrieron a estudiantes de la Escuela Estatal de Música, quienes en más de un caso, ni siquiera saben leer música aún, a decir de uno de los profesionales que tuvieron contacto con ellos.

La formación de la llamada “Orquesta Sinfónica de Quintana Roo” tiene muchas aristas poco claras que en su conjunto apuntan a otro de los fraudes de la administración González Canto.

Una orquesta sinfónica reconocida, como la Orquesta Sinfónica de Xalapa, ciudad donde existe uno de los conservatorios de mayor prestigio en el país y del que egresan profesionales de la música tras una muy larga carrera de al menos 9 años, cuesta a sus patrocinadores un promedio de un millón de pesos cada mes, resultado de los 18 mil pesos mensuales que cada uno de los más de 60 músicos perciben como salario, además de los altos sueldos de otros directivos, viáticos, instrumentos, adquisición de obras completas y otros gastos fijos, entre ellos, los de tipo administrativo.

Estas son la elite de las Orquestas Sinfónicas reconocidas en México:

Orquesta Sinfónica Nacional
Orquesta Sinfónica de Xalapa
Orquesta Sinfónica del Estado de México
Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México

En todos los casos, los costos de producción de estos grupos musicales es similar, excepto la del Estado de México, de la que se sabe que el salario para cada uno de sus músicos es superior a 18 mil pesos mensuales, a decir de los propios músicos que se mueven en el medio concertista del país.

Pero en el caso de Quintana Roo las cosas son diferentes. Un día un músico llegado de la capital del País vendió la idea de que “podía armar una orquesta bien barata” con 300 mil pesos mensuales, según cuentan quienes conocen del proceso de formación de la supuesta orquesta.

A partir de entonces y según datos difundidos por el propio director de la agrupación, David Hernández Bretón, la orquesta sinfónica del estado está conformada por 90 músicos.

Es decir que, de ser cierto este presupuesto y aún si este grupo no tuviera gastos administrativos, si cada músico aportara su instrumento, si cada uno de ellos comprara las obras que va a interpretar y si el director de la filarmónica y otros directivos estuvieran dispuestos a trabajar por amor al arte, cada uno de los músicos tendrían un salario mensual de unos 3 mil 333 pesos.

¿Quién va a querer ir a Chetumal por menos de 18 mil mensuales? –se pregunta un concertista profesional.

Pero lo cierto es que este no es el sueldo de los músicos de la Orquesta Sinfónica de Quintana Roo. La verdad es que unos tienen salario y otros no.

Todavía en la primavera, cuando la supuesta orquesta ya ensayaba en Chetumal, los estudiantes de la Estatal de Música aún “batallaban” con el Huapango de Pablo Moncayo, “la más fácil y elemental de todas”, dice un músico de conservatorio que hizo una supervisión en el lugar.

Estos estudiantes, que en muchos casos aún no saben leer música, -si por leer música se entiende contar con el dominio absoluto de la profesión-, son el relleno del grupo y por lo mismo no tienen contrato.


Las mismas autoridades de Cultura y el gobernador Félix González anunciaron con orgullo que la mayoría de los músicos son quintanarroenses. Pero el anuncio mismo evidencia las deficiencias, pues en el estado no existe conservatorio de música, luego entonces, los músicos que componen la supuesta orquesta no son profesionales.

Toda orquesta sinfónica realiza audiciones para contratar nuevos músicos. En México, un candidato requiere, antes de ser aceptado para una audición, presentar título del Conservatorio de Música, o en su caso, título de licenciatura en el instrumento que va a interpretar.

Estas son algunas licenciaturas –por ejemplo-, del Conservatorio Nacional de Música de México:

·        Licenciatura en Arpa, con 10 años de duración.
·        Licenciatura en Cantante de Ópera y de Concierto, con 8 años de duración.
·        Licenciatura en Clavecín, con 10 años de duración.
·        Licenciatura en Composición, con 10 años de duración.
·        Licenciatura en Dirección Coral, con 10 años de duración.
·        Licenciatura en Dirección de Orquesta, con 10 años de duración.
·        Licenciatura en Guitarra, con 10 años de duración.
·        Licenciatura en Instrumentos de cuerda (violín, viola, violoncello, contrabajo), con 10 años de duración.
·        Licenciatura en Instrumentos de madera (flauta, clarinete, fagot), con 10 años de duración.
·        Licenciatura en Instrumentos de metal (trompeta, trombón, corno francés, tuba), con 9 años de duración.
·        Licenciatura en Oboe, con 8 años de duración.
·        Licenciatura en Órgano, con 10 años de duración.
·        Licenciatura en Percusiones, con 10 años de duración.
·        Licenciatura en Piano, con 10 años de duración.

El estudio de la música es cosa seria. En algunos casos, los Conservatorios permiten el ingreso de niños de 12 a 15 años de edad, considerando la muy larga trayectoria escolar que tendrán que cursar, para que al egresar aún jóvenes, tengan más oportunidades de realizarse.

El gobierno de Félix González equivocó una vez más el orden de las cosas. Primero debió instalar un conservatorio de música en Quintana Roo y después crear una orquesta sinfónica orgullosamente local.

De haber creado un Conservatorio de música al inicio de su mandato, la primera generación de músicos quintanarroenses estaría ahora a la mitad de la carrera, y estarían listos para egresar con el gobernador sucesor de Roberto Borge Angulo.

Un gobernador –cualquiera que sea-, deberá estar consciente que al crear un Conservatorio de música para producir profesionales, no verá ni él y probablemente su sucesor tampoco, la primera generación. Se necesita un estadista.

El gobierno del estado dejó saber de un día para otro que ya tenemos orquesta sinfónica, pero hasta hoy no ha informado sobre las finanzas aplicadas a este proyecto, ni los detalles de su conformación, más allá del discurso de que son músicos quintanarroenses y otros traídos de otros puntos del país y del extranjero.

No hubo audición para escoger a los músicos de esta supuesta orquesta sinfónica. Tampoco se sabe quién son ellos. Las declaraciones de su director, David Hernández Bretón son lapidarias y no dejan lugar para la duda:

“Primero hicimos un censo de los músicos en Quintana Roo que cumplieran con los niveles de competencia; cubrimos los espacios con gente local y luego buscamos fuera lo que hacía falta”.

Es decir que no hicieron audiciones ni condicionaron el ingreso a –mínimo- una licenciatura en el instrumento requerido.

En las orquestas sinfónicas de México (citadas arriba), se puede consultar en sus sitios de internet la lista de sus músicos, en algunos casos por instrumento incluso.

En el medio concertista, destacar el nombre y detalles de los músicos de cada orquesta sinfónica es dar valor a sus activos.

Pero en el caso de la Orquesta Sinfónica de Quintana Roo, lo más que se conoce es que en la búsqueda de sus integrantes, encontraron “al primer fagonista de Cuba”, dijo en su oportunidad a medios informativos, David Hernández, director de la filarmónica.

En la presentación de la OSQR el 29 de Agosto pasado en el Teatro de Cancún, el grupo interpretó piezas de los autores mexicanos, Pablo Moncayo, Silvestre Revueltas, Carlos Chávez y Blas Galindo. Pero a decir de los observadores, expertos en la materia, el reportorio no es si quiera el básico de una Orquesta Sinfónica.

El repertorio obligado de una Orquesta Sinfónica va variando, según el instrumento. Por ejemplo, para percusión son mínimos dos extractos para tarola, dos para pandero, 4 sinfonías para timbales, dos extractos para platos de choque, dos extractos para bombo sinfónico, etc., ilustra un experto.

Hasta ahora el Gobierno del Estado no ha hecho público el presupuesto que está aplicando para esta supuesta orquesta sinfónica. Tampoco se sabe bien a bien qué pasará en el futuro con esta agrupación, pues la incursión de músicos concertistas entre los estudiantes es aún incierta.

“Tocar Revueltas y Chávez no es nada fácil y con tan pocos ensayos no creo que montaran ese repertorio y más como dicen que son con músicos locales, eso es mentira, si te digo que había chavos que no sabían leer música, pero bueno”, dice un observador que tuvo contacto con este grupo.

¿Cómo le hicieron entonces?, es la pregunta.

“Sólo que hayan contratado músicos profesionales sólo para un concierto y poder tocar ese repertorio y así pararse el cuello”, concluye el experimentado observador.
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