Tunden a reporteros mientras periodista canadiense logra transmisión en vivo de la explosión del Grand Princess Riviera Maya


Los directivos del Gran Princess Riviera Maya hicieron todo lo posible para evitar que el mundo supiera de la mortal explosión y por eso mandaron a sus trabajadores a golpear a los reporteros que cubrían el suceso, pero no contaron con que un periodista canadiense que se encontraba hospedado en el mismo hotel, transmitía en vivo los detalles de la tragedia en el momento en que ésta sucedía, así Canadá se informó primero de sus víctimas antes de que esto se conociera en nuestro país.

Por: Esmaragdo Camaz

“Debbie Moore escuchó acerca de la explosión en las noticias –un número de canadienses han muerto, incluido entre ellos un pequeño y su padre- y ella y el resto de la familia Charmont temieron naturalmente lo peor”, se lee en el periódico The Star de Ontario, que da cuenta de la muerte de Christopher Charmont y su hijo John, quienes murieron en la explosión del hotel Gran Princess Riviera Maya.

Esta familia, residente de Drumheller, Alberta, supo gracias a un reporte inmediato de la radio de su país y reproducido por las cadenas televisivas y las versiones en línea de los periódicos canadienses, que sus familiares estaban en grave peligro y se movilizó en la medida de sus posibilidades, pudiendo comprobar minutos después que en efecto, Christopher y John habían perdido la vida.

Christopher Charmont se encontraba en el hotel con su esposa Tara y sus hijos, Meagan de 10 años y John de 9.

Fracasa hotel en su intento por acallar periodistas

De haber funcionado la estrategia del Gran Princess Riviera Maya para acallar a la prensa local, quizá esta familia y muchas más en Canadá, no habrían ejercido su derecho a estar informados con prontitud sobre algo tan vital como humano, conocer el estado de sus seres queridos.


Noticaribe.com un medio en línea establecido en Playa del Carmen y que informó el suceso tan pronto como le fue posible, dice que fue Mascia Nadin Pase, directora general del hotel, quien dio la orden para golpear y retirar a los reporteros que cubrían la escena de la explosión.

A esta mujer en todo caso, no le importó la angustia de las familias canadienses que imploraban a miles de kilómetros de distancia, saber más –a través de las noticias-, de sus seres queridos, posiblemente severamente lastimados o ya sin vida.

Información global vs represión local

Como sucede en la hotelería de todo el norte de Quintana Roo (Tulum, Riviera Maya, Playa del Carmen, Cancún, Cozumel, Isla Mujeres y Holbox), a los empresarios sólo les interesa ocultar las desgracias y muertes que sufren durante sus vacaciones sus clientes, los turistas extranjeros, esto para evitar el inútil término que como autómatas siempre repiten: “para evitar la mala imagen del destino”.

Más dañada no puede estar después de que el Internet y las comunicaciones globales cumplieron una vez más y que gracias al sentido social de los periodistas, que son los mismos en todo el mundo, este hecho se conoció de inmediato, al menos en Canadá, país de origen de la mayoría de las víctimas, en beneficio de sus familias que pudieron informarse a tiempo.


Para suerte de esas familias canadienses, un periodista de su país se encontraba hospedado en el mismo hotel de la tragedia.

Todo le salió mal en materia informativa al Gran Princess Riviera. La tunda que les metieron a los reporteros locales y corresponsales establecidos en Playa del Carmen para evitar que conocieran las irregularidades que prevalecen en ese lugar resultó en vano, pues apenas minutos después de la explosión, un periodista canadiense, Pete Travers, director de programación de 570Noticias de Kitchener, una ciudad al sur-oeste de Ontario, estaba reportando en vivo para su radiodifusora los acontecimientos de la mortal explosión.

De hecho, Canadá entera se informó en minutos de lo que sucedía al interior de ese hotel antes incluso que los medios establecidos en Playa del Carmen, pese a la prontitud con la Noticaribe.com, establecido en la plaza, dio a conocer en horas del domingo por la mañana el suceso.

El diario The Star, uno de los periódicos líderes en Canadá y otro más, reprodujeron el reporte de Travers, mientras cadenas de televisión, como la influyente CBSNews, también difundió el reporte a millones de tele hogares en aquel país.


El esfuerzo de Mascia Nadin Pase para ocultar los hechos resultó un fracaso.

Periodista canadiense logró transmitir los hechos en vivo

En su primer reporte inmediato a los hechos, Pete Travers todavía narró cómo frente a sus ojos se desangraban heridos y otros ya yacían muertos.

El periodista se encontraba en el hotel con un grupo de 60 canadienses de Waterloo, una ciudad ubicada en la periferia de Ontario.

Haciendo uso de su celular, Travers narró la desgarradora escena de una familia que estando en el hotel, recibió la noticia de la muerte de un ser querido, dice el periódico The Satar.


“Es un momento que te rompe el corazón, muy horrendo, justo ver a este hombre, su familia, recibir noticias de que alguien conectado a ellos ha muerto y apenas cerca de 40 pies de ahí hay gente ordenando unos tragos en el bar”, narró el periodista en vivo a través de la radiodifusora. 

Más tarde supo que se trataba de la hermana de ese hombre, agrega The Star.

“Es en verdad tan, pero tan triste. Nadie nos está diciendo nada, es un poco frustrante, pero el personal está haciendo lo que pueden, están lidiando con esto con extremo profesionalismo”, agregó el periodista.

Lo que Pete Travers no sabía es que mientras él informaba a su país, en el nuestro los trabajadores del hotel tundían a golpes a sus colegas mexicanos.


Dos reporteros con base en Playa del Carmen, Verónica Alfonzo, de "El Quintanarroense" y Matías Matú, de "La Respuesta", fueron a parar al hospital producto de la paliza y agresión que propinaron los trabajadores del hotel, tal como lo consignan este lunes todos los medios establecidos en Quintana Roo.

Con estos antecedentes, quizá los grupos de turistas deban incluir entre sus vacacionistas a periodistas de su país, para en caso de ser necesario, estar en condiciones de informar en sus naciones, a sus ciudadanos, lo que los hoteles del norte de Quintana Roo ocultan en su interior.
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