Greg será candidato a senador ¿se animará Félix a enfrentarlo?


La posibilidad de que el ex alcalde de Cancún, Gregorio Sánchez Martínez, quede definitivamente libre en los próximos días ha puesto de cabeza la política del estado. El ex edil tiene asegurada su candidatura al Senado, y eso ha puesto al PRI en alerta. ¿Se animará el ex gobernador Félix González Canto a competir mano a mano en esa elección? La postura que adoptarán Julián Ricalde y Roberto Borge.

Por: Hugo Martoccia 

“Si queda definitivamente libre, Greg va a ser candidato a senador y puede ganar la elección”. La frase corresponde a un perredista de linaje nacional que no simpatiza con el ex alcalde de Cancún, pero que entiende como inevitable la vuelta de éste a la política local si la justicia lo absuelve de todas las acusaciones que aún pesan en su contra.

Según esa visión del perredista, Greg Sánchez, de ser candidato a senador, estaría incluso en condiciones de arrebatarle al PRI el triunfo, lo cual ha puesto al tricolor en alerta y ha generado un reacomodo de fuerzas en la oposición, principalmente en el PRD, que asume la vuelta de Greg Sánchez como el regreso de su líder natural.

Si bien hasta el momento no se tiene en claro cuál será el destino del ex alcalde, lo cierto es que un juez ya negó la orden de aprehensión en su contra por lavado de dinero, y sólo resta que un Tribunal superior decida sobre la apelación que presentó la Procuraduría General de la República.

Si finalmente el ex alcalde queda libre de todas las imputaciones que se le hacen, su regreso a la política es sólo cuestión de tiempo.

El principal obstáculo para su vuelta sería el alcalde Julián Ricalde, que tiene una relación muy tirante con su antecesor. Sin embargo, el actual edil ya ha dicho en su entorno que  no está preocupado por la elección federal de 2012, y que entiende que al ser declarado inocente, Greg Sánchez se convierte en un candidato natural y muy difícil de quitar.


El alcalde ha dicho que la estructura electoral que armó Greg Sánchez desde su fundación está prácticamente intacta, y sólo necesita de la presencia de su líder y de recursos económicos para sobrevivir

Nadie espera que Ricalde distraiga fondos públicos para sostener la campaña del ex alcalde, pero sería suficiente con que no se meta a apoyar a otro candidato, para que Sánchez Martínez se convierta en un duro oponente del PRI. Los recursos económicos para sustentar ese proyecto no serán un problema.

El regreso del ex alcalde significaría, además, un reacomodo al interior del PRD, porque sería el regreso de nombres que quedaron relegados desde que Ricalde tiene el liderazgo del partido. Ese liderazgo, que ha sido ejercido de una manera particular y en parte sectaria, será puesto a prueba y podría generar, en el mediano plazo, un duro choque entre Greg Sánchez y Julián Ricalde.       
  
El dilema del PRI 

La vuelta del ex alcalde a la política, en realidad, genera más problemas en el PRI que en la oposición.

El primer problema es de legitimidad, y tiene que ver con el actual gobernador, Roberto Borge Angulo. Así lo presentó la columna política RompeOlas, de la recuperada revista de internet Noticaribe.  

Se estropearon los planes de Julián y en sí de los Ricalde, para el tema de la Senaduría de primera minoría.

Y por el otro, ahora Quintana Roo tendrá "Gober ilegitimo" pues Beto ganó una elección, en la que su contrincante fue encarcelado y luego resultó inocente.


La cosa es que recobra más fuerza aquel cuestionamiento de que si el PAN y el PRD ganaron cinco de nueve municipios, ¿Qué hubiera pasado si a "Greg" no lo hubieran metido a la cárcel

Ciertamente, un triunfo de Greg Sánchez  en la elección federal agitaría ese fantasma, que quedaría allí flotando durante todo el actual sexenio.


El otro tema que desvela al PRI es quien sería el encargado de liderar las candidaturas al Senado si el contrincante es el ex alcalde de Cancún.

En el tricolor ya se habían preparado para una elección tranquila, y se daba como segura la postulación del ex gobernador Félix González Canto, quien con un triunfo arrollador se ratificaría como el principal activo político del PRI en el estado.

Ese escenario es parte de la ficticia paz política que hay actualmente entre el PRI-gobierno y la inmóvil oposición del estado. Nadie se pelea con el gobernador, los recursos fluyen a cuentagotas para pagar las nóminas, y el PRI gana las elecciones.  Esos son los términos del desigual contrato.  

La vuelta de Greg Sánchez podría trastocar todo eso. La posibilidad de una batalla electoral más ardua quizá no sea del agrado de Félix González ni del PRI, porque una eventual derrota dejaría al tricolor sin un referente popular, papel que aún no logra adoptar el actual gobernador, Roberto Borge Angulo. Amén del ríspido clima electoral que se generaría.


Al último referente priista que le tocó hacer ese papel fuel al senador Pedro Joaquín Codwell, cuando ganó su banca en el 2006, enfrentando el aluvión electoral del candidato presidencial de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador, y del apellido García Zalvidea, cuyo principal referente, Juan Ignacio, estaba en la cárcel apoyando a su hermano José Luis. Pedro Joaquín ganó.

Es posible que en este momento las encuestas apoyen al PRI y su candidato, pero debe tenerse en cuenta que Félix González está en el centro de la tormenta nacional por el tema de la deuda, que es un escándalo que seguirá escalando a medida que se acerquen los tiempos electorales.


El ex gobernador tiene que explicar cómo es que recibió un estado financieramente sano y lo dejó al borde de la parálisis. Cuando dé esa explicación, será importante saber qué dirá el actual gobernador, que es quien debe pilotear al estado en lo que quizá sea su peor momento histórico. ¿Se animará el actual gobernador a trasladar culpas a su antecesor? ¿O deberá responder a la lógica del grupo político-económico del que forma parte, y que ya ha trascendido los meros nombres?

Como sea, esta historia apenas está a punto de comenzar. 
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